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Reina Isabel II: El día en que un desconocido entró a su pieza y la despertó

Un hombre, llamado Michael Fagan, logró violar la seguridad del Palacio de Buckingham dos veces y ver a Elizabeth Alexandra Mary durmiendo.

Reina Isabel II Hombre Entró En Su Pieza
Crédito: Getty Images

Sin duda, una de las noticias que más ha marcado la pauta a lo largo de las últimas horas, es la muerta de la Reina de Inglaterra, Isabel II. La monarca británica dejó este mundo a los 96 años, rodeada por sus familiares y en su castillo de Balmoral, Escocia. 

"Estimados compañeros, es con tristeza que les escribo para informarles de la muerte de Su Majestad la Reina", informó Liz Truss, Secretaria de Gabinete.

Y hoy, tras la muerte de la reina Isabel el jueves, el rey Carlos y la reina Camila viajaron desde el castillo de Balmoral en Escocia al palacio de Buckingham en Londres al día siguiente. Charles, de 73 años, caminó por las puertas del palacio, donde miles de personas dejaron flores y otros tributos a la difunta reina. También saludó a miembros del público reunidos fuera de la residencia real.

Sin embargo, y a pesar de que la Monarquía sigue su ritmo habitual, queremos recordar una de las historias más peligrosas que vivió Elizabeth Alexandra Mary siendo Reina. 

El día en que la Reina fue acosada

Hace unos 40 años, la Reina Isabel II vivió uno de los momentos más escalofriantes de su vida. Todo, luego de que un intruso llamado Michael Fagan entró a la fuerza al Palacio de Buckingham. 

Sin embargo, eso no fue todo, porque según reportó MyLondonel sujeto logró incluso llegar a los aposentos de Isabel II y despertarla. Lo que es peor aún, es que esa fue la segunda vez en que Fagan logró violar la seguridad del icónico palacio. 

La historia del intruso Michael Fagan es tan conocida que apareció incluso en The Crown. El intruso primero logró evadir la detección y entrar al edificio a principios de junio de 1982. Más tarde, Fagan reveló que se subió a una tubería de desagüe y asustó a una criada, que llamó a los guardias. Se dice que cuando llegó la seguridad se negaron a creer la historia de la criada.


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