
A sus 80 años, Michael Douglas dejó entrever que su carrera como actor podría estar llegando a su fin. "Llevo casi 60 años trabajando muy duro y no quiero ser una de esas personas que terminan desplomadas en un set", dijo durante una aparición en el Festival de Karlovy Vary, en República Checa.
Allí fue homenajeado con una nueva versión del Globo de Cristal, máxima distinción del certamen, y presentó una copia restaurada de Atrapado sin salida (1975), que produjo y que ganó el Oscar a la mejor película.
Douglas aseguró que no se ha retirado formalmente, pero dejó claro que su foco ya no está en sumar nuevos proyectos: "Todavía no me retiré porque si surgiera algo muy especial volvería, pero si no, no".
Su última interpretación destacada fue como Benjamin Franklin en una serie para Apple TV+, aunque comentó que está trabajando en un proyecto independiente aún sin guion definitivo.
"En este momento estoy feliz interpretando todos los días a la esposa de mi esposa", bromeó al referirse a Catherine Zeta-Jones.
Un premio especial y una mirada crítica a la política de su país
La jornada fue también una oportunidad para reflexionar sobre el presente de Estados Unidos. Antes de la proyección de Atrapado sin salida, Douglas expresó su preocupación por la deriva política de su país. "La política ahora parece tener fines de lucro. El dinero ha entrado en la democracia como fuente de ganancias y la gente se dedica a la política con la idea de ganar dinero", dijo el actor, según recoge Variety.
Advirtió que la administración encabezada por Donald Trump ha "coqueteado con la autocracia" y llamó a proteger los valores democráticos. "Yo mismo estoy preocupado, estoy nervioso. Y creo que es responsabilidad de todos cuidar de nosotros mismos", afirmó poco antes de recibir el galardón en el escenario.
En el mismo acto, el productor Paul Zaentz, sobrino de Saul Zaentz, adelantó que están trabajando en una serie basada en la novela One Flew Over the Cuckoo's Nest, centrada en el personaje del jefe Bromden. Asimismo, aclaró que no será una remake del film de Milos Forman. También anticipó una adaptación televisiva de El paciente inglés, aunque reconoció que los altos costos dificultan su llegada a las plataformas.
Durante el festival, el actor Peter Sarsgaard también recibió un reconocimiento y ofreció un discurso de fuerte contenido político. Allí criticó la polarización interna de Estados Unidos y defendió una mirada más humanitaria y solidaria.