Entrevistas

Daniel Mansuy abordó la relación de "Boric y Allende" en su libro: "Esta izquierda tuvo una posibilidad que la Unidad Popular nunca tuvo"

Respecto a ello, indicó que es peligroso tomarse políticamente enserio la exigencia de Allende porque "te pone un estándar que es imposible de cumplir".

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Universidad de Los Andes

En Mañana Será Otro Día conversamos con el filósofo y ensayista, Daniel Mansuy, sobre su último libro titulado "Salvador Allende, la izquierda y la Unidad Popular". Escrito que abarca un profundo análisis del legado político de Salvador Allende durante los mil días del gobierno de la Unidad Popular.

Respecto a los motivos para redactar este libro, el autor indicó que han pasado muchas generaciones desde el gobierno abordado en el análisis, "sin embargo, es un personaje que nos sigue dividiendo". "Tuve que responderle preguntas a mis hijos" que tenían que ver con el pasado político.

Y agregó que "se convirtió en una obsesión", citando que Gabriel Boric cuando asumió como Presidente remitió a las grandes alamedas de Salvador Allende, "un Presidente que nace el año 85, sigue inscribiéndose en ese legado, por eso que me fui presionando con el tema, hasta escribir este libro", detalló.

Frente a ser consultado por una parte de su escrito, Mansuy explicó que "uno de los grandes problemas de Allende fue precisamente que no quiso romper con su ala izquierda. Su ala izquierda jugaba a la revolución, él sabia esto cuando llegó al poder".

Boric y Allende

Un capitulo del libro se centra en la relación de "Boric y Allende", donde el autor postula que Gabriel Boric se considera el heredero de Salvador Allende lo que cataloga como "peligroso". Al respecto, el filósofo indicó que en la noche en que gana Boric, "parafrasea el discurso de Allende la noche del cuatro de septiembre del año 70". 

Además agregó que hay que tomar en cuenta que "esta izquierda tuvo una posibilidad que la Unidad Popular nunca tuvo. Que fue tratar de instaurar su programa democráticamente vías reforma constitucional mediante un plebiscito, que fue un sueño de Allende", refiriéndose al plebiscito del cuatro de septiembre de apruebo o rechazo.

Sin embargo, en palabras del autor, el día que perdió el plebiscito el Gobierno "ese sueño se cayó". A su parecer, es peligroso tomarse políticamente enserio la exigencia de Allende porque "te pone un estándar que es imposible de cumplir". 

 


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