Efemerides

Hace 32 años, Madonna alcanzó el número uno en Estados Unidos con "Like a Prayer"

Hace 32 años, en 1989, Madonna comenzaba una racha de tres semanas en el número uno de Estados Unidos con el single "Like A Prayer".

Madonna Like a Prayer

Hace 32 años, en 1989, Madonna comenzaba una racha de tres semanas en el número uno de Estados Unidos con el single Like A Prayer, una de las canciones más icónicas de la Reina del Pop.

El tema causó mucha polémica por su video, donde bailaba frente a cruces ardiendo y provocadoras imágenes sexuales y religiosas, que motivaron críticas desde el Vaticano, incluso con un llamado a boicotear a la artista.

Compuesta y producida por Madonna y Patrick Leonard, Like a Prayer supuso un enfoque más personal y artístico en la obra de la cantante, quien creía que su música necesitaba atraer a un público más adulto.

El tema principal es sobre una joven apasionada y enamorada de Dios, el cual se convierte en la única figura masculina en su vida.

De género pop rock, incorpora música góspel así como un coro y una guitarra de rock.

Madonna introdujo textos litúrgicos en la letra, pero cambió el contexto para que tuviera un doble sentido.

Fue aclamada por la crítica y varios medios de comunicación la escogieron como la más destacada de la artista.

Asimismo, ha sido incluida en diferentes listas de las mejores canciones de todos los tiempos, tales como en Rolling StoneBlender y NME, entre otras.

Madonna

El video de Like a Prayer

Desde el punto de vista comercial, fue su sexto y séptimo número uno en Reino Unido y Estados Unidos, respectivamente. También llegó a lo más alto en casi todos los mercados musicales.

Mary Lambert dirigió el videoclip; en él, Madonna es testigo del asesinato de una mujer a manos de supremacistas blancos.

Cuando arrestan por error a un hombre negro por el crimen, se esconde en una iglesia para pedir fortaleza y así declarar como testigo.

Aunado a ello, se muestran símbolos católicos como estigmas, cruces en llamas al estilo Ku Klux Klan y escenas en las que besa a un santo negro en un sueño.

El Vaticano condenó el vídeo luego de su estreno y grupos familiares y religiosos protestaron contra su transmisión.

Además, boicotearon productos de la marca Pepsi, que había utilizado la canción en un comercial protagonizado por la cantante. De manera tal que la compañía canceló su contrato publicitario, aunque se le permitió conservar el pago de cinco millones de dólares.

 


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