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Científicos confirman que la Luna tiene efectos sobre la salud

Un estudio realizado en zonas rurales de Argentina descubrió que los ciclos de nuestro satélite pueden cortar nuestro sueño hasta en 90 minutos.

Aquellos que creen en los espíritus siguen de cerca los ciclos celestiales. Generalmente, basan sus rituales y rutinas en los movimientos de la Luna y las estrellas. 

Se cree que esta conexión entre la vida diaria y el cosmos está basada en antiguas creencias religiosas. Sin embargo, una nueva investigación sugiere que podrían haber bases científicas para explicar este fenómeno mundial. 

Particularmente, en las influencias que tiene el Universo en nuestros propios cuerpos y bienestar.

En un estudio, publicado el pasado Miércoles en Science Advances, un grupo de investigadores reveló cómo nuestro hábitos de sueño pueden ser drásticamente alterados por las fases de la Luna. 

Los científicos realizaron el hallazgos mientras estudiaban las diferencias en los patrones del sueño de personas viviendo áreas rurales de Argentina. Estos datos fueron comparados con los de pacientes viviendo en Seattle, Washington. 

En su investigación, los científicos concluyeron que la Luna podría afectar la duración del sumó en más de 90 minutos.

La gravedad y el sueño

Alterar la duración del sueño por tanto tiempo puede alterar su calidad. Esta situación puede tener graves efectos en la salud y bienestar de las personas. 

Investigaciones pasadas sugieren que existe una cantidad óptima de sueño: 7 horas. Por lo que una hora y media puede marcar una diferencia importante. 

Leandro Casiraghi, coautor del estudio, aseguró a Inverse que él y sus colegas no podían creer sus propios resultados.

"Tenemos muchos escritos que afirman que la Luna altera nuestro sueño. Sin embargo nunca habíamos visto algo tan sorprendente en la vida real", aseguró el profesional. 

Las personas que viven en las áreas rurales, y que no tienen acceso a las luces urbanas, muestran una diferencia de entre 20 y 90 minutos en sus hábitos del sueño dependiendo del ciclo lunar. 

Esto sugiere que la contaminación lumínica no altera el sueño. Sino que más bien lo hace el empuje gravitacional de nuestro satélite sobre nuestros cuerpos, al igual que como hacen las mareas. 

La primera evidencia científica de los efectos del universo sobre nuestro cuerpo. 


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