Speed o Máxima Velocidad (como se conoció en Latinoamérica), relataba la historia de un policía, interpretado por Keanu, que se subía a un autobús manejado por Sandra Bullock, para alertarla de una amenaza: un terrorista amarró una bomba al motor. Si el vehículo llega a detenerse, la bomba estallará, cobrándose con ella la vida de todos los que viajaban en ella.
El director de esta película de 1994, Jan de Bont, afirmó recientemente a Collider, que está dispuesto a realizar una tercera parte, pero esto sólo ocurrirá si se le presenta una trama que merezca la pena y si los actores originales están dispuestos a regresar.
“Depende de cómo sea la historia, creo. Generalmente, no soy un gran fan de las secuelas. Tenía en mi contrato que haría una secuela. Si tienes que hacerlo, tienes que tener el reparto para querer volver también, porque, de lo contrario, tienes que contar una película completamente nueva, porque parte de la primera estaba tan centrada en él, sobre él y la incomodidad de ser un héroe y esa incomodidad de estar en posición de ser un héroe funcionó muy bien para él pero no funciona bien para otros actores. Y es muy difícil encontrar ese mismo tipo de sentimiento de vuelta”, señaló de Bont.
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