Cómo superar el “síndrome del lunes” y comenzar la semana con más energía, según la ciencia

Levantarse el lunes puede ser una verdadera batalla. Aunque hayas descansado el fin de semana, es común sentir cansancio, desmotivación o irritabilidad al volver a la rutina. Pero no se trata solo de un tema de actitud: la ciencia confirma que el llamado “síndrome del lunes” tiene una explicación biológica.

Un estudio publicado en la Journal of Affective Disorders y analizado por María J. García-Rubio, investigadora de la Universidad Internacional de Valencia, reveló que los niveles de cortisol —la hormona del estrés— aumentan en promedio un 23% los lunes por la mañana, incluso en personas que ya no trabajan. Esto demuestra que la respuesta del cuerpo ante el inicio de la semana está profundamente arraigada en nuestros ritmos biológicos.

¿Por qué nos cuesta tanto el lunes?

Durante el fin de semana, solemos dormir más, alterar horarios y realizar actividades placenteras que estimulan la dopamina y la serotonina, neurotransmisores vinculados al bienestar y la satisfacción.

Cuando llega el lunes, el organismo debe reajustar su reloj interno al horario laboral o académico, lo que provoca fatiga, falta de concentración y sensación de mal humor.

Cinco estrategias para vencer el “síndrome del lunes”

La neurociencia y la psicología ofrecen diversas formas de suavizar esta transición y arrancar la semana con mejor ánimo:

1. Mantén una rutina de sueño constante. Dormir y despertar a la misma hora todos los días, incluso los fines de semana, ayuda a estabilizar tu reloj biológico.
2. Planifica algo agradable para el lunes. Un café con alguien, un paseo o una clase que disfrutes pueden cambiar la percepción del día.
3. Muévete un poco. El ejercicio ligero reduce el cortisol y eleva la dopamina, mejorando el humor.
4. Desayuna bien y evita el exceso de cafeína. Un inicio equilibrado favorece la energía sostenida.
5. Busca conexión social. Compartir con otros refuerza el bienestar emocional y reduce el estrés.

En definitiva, vencer el “síndrome del lunes” no depende solo de fuerza de voluntad, sino de entender cómo funciona nuestro cuerpo y ayudarlo a adaptarse al ritmo semanal con hábitos saludables y consistentes.