El 5 de julio de 1993, la cantante islandesa Björk lanzó su primer álbum como solista, Debut, y con él cambió por completo el panorama musical de los años noventa. Tras su paso por The Sugarcubes, la artista presentó un trabajo solitario donde el pop se mezclaba con house, jazz, trip-hop y música electrónica, marcando el inicio de una carrera que se caracterizaría por la constante reinvención.
Producido junto a Nellee Hooper (ex Soul II Soul), el disco sorprendió por su riqueza sonora. "Tiene una mezcla de flautas, arpas, pianos y arreglos de cuerdas", se explica en los créditos de producción, una combinación poco habitual para una artista que comenzaba a internarse en la escena techno y dance londinense.
Debut contenía canciones compuestas por Björk y otras coescritas con Hooper, además de una versión del clásico Like Someone in Love, interpretado junto al arpista Corky Hale, colaborador de artistas como Dean Martin y Frank Sinatra.
Björk: una voz única y un enfoque emocional
Lo que terminó de consolidar a Björk como una figura singular fue su capacidad vocal. Su interpretación en canciones como Venus as a Boy, Big Time Sensuality y Human Behaviour se convirtió en un sello inconfundible. Cada tema de Debut transmite emociones complejas, mezclando lo poético con lo íntimo, lo bailable con lo introspectivo. La canción Play Dead, compuesta para la película The Young Americans, fue incorporada posteriormente como bonus track tras el éxito obtenido.
"Todos los temas están relacionados con el amor", reconocería más tarde la cantante. Ya sea hacia personas como su novio Dominic Thrupp o el propio Hooper, o hacia la vida misma, Debut tiene un hilo emocional que atraviesa todo el álbum.
Críticas, cifras y repercusiones
Si bien la discográfica One Little Indian esperaba vender solo 20.000 copias, Debut terminó superando los 5.4 millones de unidades a nivel global. Alcanzó el puesto #3 en las listas británicas, el #61 en Billboard y recibió disco de platino en Estados Unidos.
Fue elegido "álbum del año" por New Musical Express en 1993, y aparece en el libro 1001 discos que hay que escuchar antes de morir. La revista Q lo ubicó en el puesto 74 entre los mejores de todos los tiempos. Wayne Coyne, líder de The Flaming Lips, lo eligió como su favorito en una encuesta de Rolling Stone.
A 33 años de su lanzamiento, Debut sigue siendo una obra esencial para entender a Björk y para explorar las posibilidades del pop fuera de sus límites comerciales.