El 12 de junio de 1965, los Beatles hicieron historia al ser incluidos en la lista oficial de la reina Isabel II para recibir el título de Miembros de la Excelentísima Orden del Imperio Británico (MBE). Este reconocimiento oficial no solo marcó un punto de inflexión en la valoración pública de la música popular, sino que también desató una fuerte reacción de sectores tradicionalistas del Reino Unido.
El cuarteto de Liverpool fue condecorado en una ceremonia realizada meses después, el 12 de octubre, en el Palacio de Buckingham. Vestidos con sus trajes característicos, John Lennon, Paul McCartney, George Harrison y Ringo Starr recibieron el honor directamente de la reina. La escena, ampliamente registrada por la prensa internacional, reforzó su estatus como íconos globales de la cultura británica.
Críticas desde la política y los veteranos de guerra
A pesar del entusiasmo popular, figuras del Parlamento y veteranos de las guerras mundiales cuestionaron la decisión duramente. El diputado canadiense Hector Dupuis llegó a declarar: "La realeza británica me ha puesto al mismo nivel que un grupo de vulgares palurdos".
La molestia de algunos sectores conservadores no se quedó solo en palabras. Varios veteranos, indignados por lo que consideraban una trivialización del reconocimiento, devolvieron sus propias medallas en protesta.
Aun así, el entonces primer ministro Harold Wilson respaldó firmemente la inclusión de los Beatles en la lista, argumentando que su música había mejorado la imagen del Reino Unido en el extranjero y revitalizado su identidad cultural.
John Lennon devuelve su medalla
Cuatro años después, en noviembre de 1969, John Lennon devolvió su MBE como gesto de protesta política.
Lo hizo mediante una carta enviada al Palacio de Buckingham, donde expresó su rechazo a la participación británica en conflictos bélicos como la guerra de Vietnam, además de otras políticas del gobierno británico.
"Devuelvo esta medalla como protesta contra la implicación británica en Nigeria y Vietnam", escribió.
La consagración del pop como forma de arte
Más allá del debate que generó en su momento, el episodio dejó en evidencia un cambio profundo: el reconocimiento de la música popular como un fenómeno cultural legítimo.
Hasta ese entonces, muchos veían el pop como un género menor, destinado al entretenimiento pasajero. Con la distinción real, The Beatles no solo alcanzaron un nuevo nivel de prestigio, sino que también abrieron el camino para que a otros artistas se les valorara más allá de lo comercial.