El 24 de abril de 1992, David Bowie e Iman Mohamed Abdulmajid se casaron en una ceremonia privada en Lausana, Suiza.
La unión entre el ícono del rock británico y la supermodelo somalí-estadounidense marcó un antes y un después en la cultura pop, no solo por lo que representaban individualmente, sino también por el mensaje que enviaron juntos.
Ambos habían tenido matrimonios anteriores: Bowie con Angela Barnett e Iman con el exbasquetbolista Spencer Haywood.
Pero su historia en común comenzó dos años antes, durante una cena en Los Ángeles que terminó por unir dos mundos: la música y la moda. Desde entonces, se convirtieron en una de las parejas más visibles y admiradas del espectáculo.
David Bowie e Iman se casaron el 24 de abril de 1992 | Hola
David Bowie e Iman: una ceremonia íntima y un compromiso a toda prueba
El compromiso llegó de forma discreta, a bordo de un yate en la costa de Kenia. Meses después, la boda fue celebrada en total privacidad con familiares y algunos amigos cercanos. Según se reportó, Bowie lució un traje de Yohji Yamamoto, mientras que Iman eligió un vestido de Hervé Léger.
Más allá del glamour, su relación estuvo marcada por el respeto y la colaboración mutua. Compartieron campañas publicitarias, como una para Tommy Hilfiger, y una icónica sesión para Vogue en 2002.
Estuvieron juntos hasta enero de 2016, cuando Bowie falleció tras una larga enfermedad.
El impacto cultural de su matrimonio fue significativo. En una época donde las relaciones interraciales aún eran mal vistas en ciertos sectores, la pareja no solo normalizó, sino que celebró la diversidad.
También rompieron con normas de edad y género: Bowie tenía 24 años más que Iman, y su imagen pública desafiaba los roles tradicionales masculinos, con una androginia que fue parte esencial de su identidad artística.
A lo largo de más de dos décadas, Bowie e Iman demostraron que el amor puede trascender etiquetas. Y aunque su historia terminó con la muerte del músico, lo que construyeron sigue siendo una referencia para quienes creen en el poder de la autenticidad y la igualdad.