La serie británica Adolescencia, disponible en Netflix, dirigida por Philip Barantini y protagonizada por Stephen Graham, ha logrado una resonancia global gracias a su valiente exploración de la violencia en menores y la inquietante influencia de la cultura incel.
Filmada con la particularidad de un único plano secuencia, la serie sumerge al espectador en el caso de Jamie Miller, un joven de 13 años acusado de un crimen estremecedor: el asesinato de su compañera de colegio, Katie.
El final de la serie ha suscitado numerosas preguntas entre quienes la vieron: ¿cuál fue la verdadera razón que llevó a Jamie a cometer este acto? ¿Qué destino le esperaba tras su confesión?
¡ATENCIÓN, SPOILERS A CONTINUACIÓN!
¿Jamie mató a Katie?
Desde el inicio de la serie, la trama nos sumerge en el arresto de Jamie y su posterior ingreso al sistema judicial.
A pesar de su insistencia inicial en su inocencia, la policía presenta pruebas contundentes, incluyendo imágenes de seguridad que lo muestran apuñalando a Katie repetidamente en un estacionamiento.
Esta evidencia mantiene la incertidumbre sobre su culpabilidad hasta los episodios finales. Sin embargo, en el cuarto y último capítulo, la verdad finalmente sale a la luz: Jamie confiesa el asesinato.
Trece meses después del crimen, coincidiendo con el cumpleaños número 50 de su padre, llama para comunicarle su decisión de declararse culpable.
Según el guionista Jack Thorne, este momento crucial simboliza la aceptación de Jamie de su destino: "Ahora sabe lo que ha hecho y lo que le espera. Eso le permite encerrar sus sentimientos y seguir adelante de alguna manera".
¿Por qué Jamie asesinó a Katie?
La serie sugiere que el trágico crimen cometido por Jamie fue el resultado de una compleja combinación de factores, entre los que se incluyen su baja autoestima, el acoso escolar que sufría y su peligrosa exposición a la propaganda incel que proliferan en internet.
El tercer episodio resulta clave para comprender sus motivaciones, ya que en él se muestra una conversación reveladora entre Jamie y la psicóloga Briony Ariston (interpretada por Erin Doherty).
En esta sesión, Jamie confiesa que le pidió salir a Katie después de que se filtrara una foto íntima de la joven en Snapchat como una forma de venganza.
Katie lo rechazó y, posteriormente, lo ridiculizó en redes sociales utilizando emojis.
Sin embargo, el detonante final fue que Katie lo llamara "incel" en Instagram. Un término despectivo asociado a hombres que se sienten rechazados por las mujeres y que a menudo alimentan ideas misóginas y violentas.
El guion de la serie busca, de esta manera, abordar el impacto de la misoginia en línea y su alarmante influencia en la violencia juvenil.
En una entrevista con Tudum, el actor Stephen Graham admitió su desconocimiento inicial sobre el concepto de la manosfera: "No sabía lo que era hasta que Jack [Thorne] me lo explicó, y me quedé impactado".
El destino de Jamie y el final de Adolescencia
Aunque la serie no muestra el juicio ni la sentencia de Jamie, su confesión sugiere que enfrentará cadena perpetua.
En el Reino Unido, los menores de edad condenados por asesinato pueden recibir penas de por vida con posibilidad de revisión.
La historia concluye con el impacto del crimen en la familia Miller. Su madre, Manda, reflexiona sobre si debieron haber monitoreado mejor su actividad en internet, mientras su padre, Eddie, se atormenta con los recuerdos del asesinato. Su hermana, Lisa, se resiste a mudarse, creyendo que huir solo agravaría la situación.
En la escena final, Eddie entra a la habitación de Jamie, intacta desde su arresto. Se recuesta en su cama, abraza su almohada y le susurra a su osito de peluche: "Lo siento, hijo. Debería haber hecho más".
Según Graham, esta escena siempre estuvo planeada como el cierre definitivo: "Queríamos que el viaje terminara en la misma habitación donde empezó", explicó.
Sin dar respuestas definitivas, Adolescencia de Netflix deja abiertas preguntas sobre la responsabilidad parental, la influencia de las redes sociales y los efectos de la radicalización en línea en los jóvenes. Su desenlace invita a la reflexión y deja una sensación de inquietud en la audiencia.