David Gilmour, el icónico guitarrista de Pink Floyd, abordó la idea de un espectáculo con hologramas de la banda, similar a la reciente producción de ABBA Voyage.
Si bien reconoce el atractivo de la tecnología para los fans, Gilmour también expresa sus reservas sobre la autenticidad de la experiencia y las complejidades que implicaría su realización.
En una entrevista reciente con Uncut, Gilmour comparte sus impresiones tras asistir al show de ABBA Voyage junto a su esposa, Polly Samson.
Si bien admite que las imágenes son impresionantes, cuestiona la capacidad de los hologramas para capturar la esencia real de una banda en vivo.
"Si eres un fan acérrimo de ABBA, puede que te guste. A mí me parecieron bien las imágenes, pero nunca me convencerían de que eran reales", explicó Gilmour a Uncut. "Si estás en la zona del mosh pit y todo eso sucede, probablemente sea genial”.
Las condiciones para un show de hologramas
Al preguntarle sobre la posibilidad de un show de hologramas de Pink Floyd, Gilmour no descarta la idea, pero enfatizó en las dificultades que conllevaría.
"Si alguien viniera con todo el dinero y todas las ideas brillantes, y luego, una vez aceptadas una serie de condiciones muy, muy difíciles y onerosas, yo diría: 'Sí, de acuerdo'", señaló.
Las "condiciones" a las que se refiere Gilmour podrían estar relacionadas con las tensiones que se han hecho públicas entre algunos miembros de la banda, lo que sin duda complicaría la logística y la toma de decisiones para un proyecto de tal magnitud.
Pink Floyd y otras bandas en la era de los hologramas
De concretarse, Pink Floyd se uniría a otras bandas que ya están apostando por la tecnología de hologramas en sus presentaciones en vivo.
KISS, por ejemplo, se encuentra en una gira con hologramas de sus miembros originales. Y recientemente Pophouse, la empresa sueca detrás de ABBA Voyage, adquirió la propiedad intelectual de KISS con planes para crear sus propios hologramas. La inversión está estimada de 200 millones de dólares, según dijo Gene Simmons, integrante de KISS.
Más allá de la discusión sobre los hologramas, David Gilmour se prepara para el lanzamiento de su quinto álbum de estudio en solitario, Luck and Strange, programado para el 6 de septiembre.
El álbum ya mostró su primer avance con el single The Piper's Call, en el que colabora con su esposa, Polly Samson.