Marcelo Rebelo de Sousa, el actual presidente de Portugal, ganó las elecciones por mayoría absoluta en enero de 2016 y cuatro años después, su popularidad sigue intacta.
Una de las razones es la sencillez con la que vive día a día y su cercanía con la gente, características que son difíciles de encontrar en un mandatario.
Siempre se le ha destacado por dar abrazos, hablar con la gente y sacarse selfies con quien se lo pida. Aunque es la primera autoridad del país, Rebelo de Sousa sigue manteniendo su vida tal cual como era antes, aspecto que sus gobernados siempre han destacado.
Un ejemplo es la foto que se empezó a viralizar por las redes sociales y en la que muestra al mandatario haciendo una fila en un supermercado, como si se tratara de un ciudadano más.
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Aunque su presencia no causó gran sorpresa en el supermercado, su actitud fue destacada por los usuarios de las redes sociales, ya que sirve como ejemplo para otras autoridades que no han respetado el distanciamiento social ni han tenido la misma cercanía y empatía con la gente, más aún en tiempos difíciles como es la pandemia por el coronavirus.