El papa Francisco, en el día de su 83 cumpleaños, ha promulgado dos nuevas leyes que, entre otras cosas, levantarán el secreto pontificio —el que viene impuesto por el Pontífice en asuntos e investigaciones de particular gravedad— en los casos de abusos a menores por representantes de la Iglesia.
La nueva norma se propone terminar con la ley del silencio que tantos años ha rodeado los casos de abusos y agilizará la tramitación de las denuncias y su posible paso a las autoridades civiles, en caso de que el país donde se hayan producido obligue a ello, tal y como sucede ya en Estados Unidos.
La ley, conocida como motu proprio, no afecta al secreto de confesión, que sigue completamente vigente también para este tipo de delitos.
La norma sobre el secreto pontificio, que entrará en vigor inmediatamente, también subraya que existirá el deber general de cooperar con la justicia cuando haya mandatos ejecutivos. Además, va acompañada de la prohibición de imponer a las denuncias de las víctimas una obligación de silencio.
En el segundo motu proprio promulgado por el Papa se abre también la posibilidad de que los letrados en procesos canónicos sean civiles. Además, se eleva formalmente a 18 años la edad mínima para que la pornografía no sea considerada infantil (antes eran 14 años).