Entrevistas

Jerarquía de iglesia actúa "según origen social de los sacerdotes y obispos denunciados"

Alejandra Matus comparó caso del expulsado obispo Francisco Cox con el del cura Tato. Con Cox, iglesia “se movilizó para sacarlo de Chile”.

El papa Francisco expulsó al obispo emérito de La Serena, Francisco Cox, quien fue sacado de nuestro país luego de conocerse una serie de denuncias por abusos sexuales en su contra, principalmente a fines de los ‘90.

Sin embargo, su actitud no cesó y el año pasado se dio a conocer otro relato, ahora en Alemania, donde actualmente reside.

Una de las que indagó los abusos de este sacerdote fue la periodista Alejandra Matus, quien entregó antecedentes en su reportaje de 2002 llamado “Los archivos secretos Cox”.

Expuso que previo a la publicación de su trabajo, el cardenal Francisco Javier Errázuriz apareció en TV explicando que Francisco Cox saldría del país para "tratar sus problemas mentales y su afectuosidad efusiva y excesiva", lo que finalmente le permitió evadir a la justicia en nuestro país.

Víctimas de Cox "no eran hombres, eran niños y adolescentes", dijo la profesional. Añadió que sus acciones iban de "besos que les daba en la boca a los niños del coro, a los acólitos, hasta relaciones sexuales".

Sin embargo, "si sacas a un pedófilo de un lado y lo llevas a otros", especialmente colegios, "estás exponiendo a otras comunidades a los mismos dolores y sufrimiento", reflexionó Matus.

Agregó que en la iglesia "se considera estas actitudes de sacerdotes hacia niños casi como un pecado de la carne, la tentación y el demonio que los tienta y ellos no pueden refrenarse. Pero no se los ve como delitos".

En este contexto, abordó las diferentes varas con que se mide estos hechos. “No fue la misma conducta que tuvo la iglesia respecto del caso del cura Tato, quien fue inmediatamente separado y podríamos decir que la actitud de la iglesia es cercana a lo que uno hubiera esperado en todos los demás casos”. No obstante, distinto es “en casos como los del obispo Cox o del cura Antonio Larraín Pérez-Cotapos, donde las redes familiares de la alta jerarquía chilena tienen un apoyo en un estrato social que se suma a las conductas de ocultamiento propias de la iglesia”, expuso Matus.


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