She´s So High (1990)

El single debut de los flacuchentos Damon, Graham, Alex y Dave. El Episodio Uno que, junto a “There´s No Other Way”, se coló en inquietas emisiones radiales locales. Albarn insiste en que no le gusta el sonido de Leisure, el primer disco de la banda. Sin embargo, hay un aire de seguridad y grandeza juvenil en “She´s So High” que anticipaba las maravillas por venir.

Maggie May (1992)

Un fantástico cover de Rod Stewart que apareció en la antología Ruby Trax de NME y luego como lado B de “Chemical World”. El cuarteto fusionaba nostalgia y modernidad con una frescura vigorosa. Y fabulosa.

For Tomorrow (1993)

Callejero video en blanco y negro con los músicos luciendo como turistas dentro de Londres... y también dentro de su propia carrera. Modern Life Is Rubbish, su segundo disco, es un poco largo y caótico: pero “For Tomorrow” es un himno que crece con los años y que destacaba por su ancho sonido entre las ruidosas guitarras del grunge americano.

Tracy Jacks (1994)

Quienes se compraron Parklife animados sólo por el éxito de “Girls & Boys” tenían un disco completo por descubrir: una vez que se apagaban las voces del hit, aparecía esta exquisita canción para arremolinar multitudes con sus redobles mortales y ese bajo saltarín.

Badhead (1994)

Uno de los buenos rescates de la actual gira de Blur es este melancólico tema de Parklife. Las conexiones con The Kinks y la tradición británica de los sesenta se funden en una pieza pop hermosa.

This Is a Low (1994)

En el núcleo emocional de Parklife, lejos de sus momentos más alborotados, conviven tres cumbres que forman una trilogía para corazones abollados: “End of a Century”, “To the End” y “This Is a Low”. En este último caso, nunca antes una canción inspirada en los pronósticos meteorológicos británicos fue tan hipnóticamente empática con el resto de la humanidad.

The Universal (1995)

Albarn nunca quedó conforme con The Great Escape: aunque el álbum se impuso a Oasis en la bullada batalla mediática del Britpop, el cantante sentía que era una obra errática, desordenada y algo vacía. Pese a sus quejas, una sola canción basta para salvar al disco ante cualquier tribunal musical: “The Universal”, con su épica fílmica más un video con guiños a “La naranja mecánica” y una estética compartida por el “Sueño Stereo” de Soda Stereo.

Beetlebum (1997)

Todos los fanáticos del Britpop, en algún momento, hemos agarrado la guitarra para intentar el hipnótico riff circular que abre esta canción, que luego se transforma en gas y sobrevuela nuestras ciudades como un dron alcohólico y extraviado. El eco de The Beatles en un single sobre dependencias y drogas que su cantante definió a medio camino entre somnoliento y sexy.

Song 2 (1997)

El single que demostró que Blur podía rockear y dejarnos peinados para atrás en menos de tres minutos. Una locomotora que te aporrea, te saca la rabia y te hermana con la masa humana en medio de un concierto o fiesta. Quizás uno de sus usos más notables fue en la sinopsis de la película de los Thunderbirds: Rescate Internacional: pura Cool Britannia.

You´re So Great (1997)

El guitarrista Graham Coxon considera que Blur, el álbum, es una de las cumbre de su banda. El músico toma protagonismo en esta balada que parece una emisión desde una galaxia lejana o un caset abandonado en una bodega desde el siglo pasado. Cuando se fue de la banda, se convirtió en el himno para echarlo de menos. Y probablemente, será el tema que escucharemos en su funeral.

Coffee and TV (1999)

Nuevamente, el talento del señor Coxon brilla en una de las canciones más memorables del cuarteto. El video es otra historia: esas cajas de leche antropomorfas son parte de la iconografía del grupo. Nunca tomar leche fue tan bacán y heroico.

No Distance Left to Run (1999)

Una canción que funciona como banda sonora de la ruptura de Damon Albarn con Justine Frischmann (Elastica), y también como fondo de la accidentada historia de la misma banda, revelada luego en el documental homónimo. Además, anticipa la despedida de los noventa y el fin de una fiesta: el Britpop (y la juventud) que marcó a una generación, comenzaba a quedar en el retrovisor.

Out of Time (2003)

El hiperventilado single “Crazy Beat” adelantaba que el primer disco de Blur sin Graham Coxon tendría un despegue complicado. Aunque cierta prensa ovacionó casi fuera de sí este retorno, el tiempo puso las cosas en su lugar. Había material bastante mediocre, mezclado con gemas, como la maravillosa “Out of Time”.

Ong Ong (2015)

Nostalgia de videojuego para una canción relajante y soleada que refleja la alegría del reencuentro en The Magic Whip. Y es entretenido buscar guiños y chistes ocultos entre las imágenes, como la parodia a la caminata de Liam Gallagher hacia el final.

There Are Too Many of Us (2015)

Abre con solemnidad de noticiero televisivo... y luego tiene una espectacular transformación hacia el vértigo urbano. Es un resumen brillante de los talentos del cuarteto: como cronistas urbanos, arquitectos sonoros, administradores de su propia mística y maestros del espacio, no en el sentido astronómico, sino en cuanto a que las canciones necesitan oxígeno y rendijas para respirar y crecer. Como ellos, como nosotros.