La detección en Chile de la nueva variante de la influenza A (H3N2), conocida popularmente como “supergripe”, encendió las alertas en parte de la ciudadanía y reactivó los temores a un escenario similar al vivido durante la pandemia por Covid-19. Sin embargo, especialistas en salud pública descartan que el país esté enfrentando una amenaza de esa magnitud.
Aunque se trata de una variante más contagiosa que la influenza estacional tradicional, los expertos coinciden en que no presenta, hasta ahora, un mayor nivel de gravedad ni letalidad, y que el sistema sanitario cuenta con experiencia y herramientas para enfrentarla.
Vigilancia activa y sin señales de alarma
La epidemióloga María Paz Bertoglia, académica del Instituto de Salud Pública de la Universidad Andrés Bello (UNAB), explicó que la detección del virus en el país no debe interpretarse como una señal de alarma, sino como una confirmación del funcionamiento adecuado de los sistemas de monitoreo.
“Más que una señal de alarma, este hallazgo muestra que la vigilancia epidemiológica y genómica está operando como corresponde”, señaló la especialista, según consignó BioBioChile.
Bertoglia destacó que la influenza es un virus ampliamente estudiado y monitoreado a nivel global, lo que permite anticipar su comportamiento y ajustar las estrategias de prevención.
¿Puede la H3N2 transformarse en pandemia?
De acuerdo con la epidemióloga, un escenario pandémico es hoy poco probable. “No estamos frente a un nuevo subtipo, sino ante una deriva antigénica, un fenómeno habitual en la influenza A. Tenemos experiencia y herramientas instaladas”, explicó.
La especialista recordó que los virus influenza mutan constantemente, acumulando pequeñas variaciones genéticas que obligan a actualizar las vacunas cada año. En esta temporada, el subtipo H3N2 presentó cambios más notorios, dando origen a un subclado con mayor facilidad de transmisión.
“Los sistemas de vigilancia internacionales lo vienen detectando hace meses y era esperable que nuestro país también lo identificara”, añadió.
Más contagiosa, pero no más grave
Respecto al impacto clínico, Bertoglia indicó que la llamada “supergripe” puede propagarse con mayor facilidad, especialmente porque parte de la población no cuenta con inmunidad previa frente a esta variante.
“Al diferenciarse de la H3N2 que conocíamos, las personas expuestas pueden enfermar con mayor facilidad”, señaló. No obstante, enfatizó que hasta ahora no se ha observado un aumento significativo en hospitalizaciones ni fallecimientos asociados.
Llamado a la prevención y vacunación
Finalmente, la experta recalcó la importancia de mantener las medidas de prevención y fortalecer la comunicación responsable. “Lo relevante es observar si aumentan las hospitalizaciones o los fallecimientos, algo que hasta el momento no se ha visto”, sostuvo.
“Hay que comunicar sin pánico, pero con atención puesta en lo que ocurre. La influenza puede causar cuadros graves en grupos de riesgo, y la vacunación sigue siendo la principal herramienta de protección”, concluyó.
