La Navidad trae reuniones, visitas y celebraciones que alteran la rutina diaria del hogar. Ese contexto, aunque festivo para las personas, puede generar riesgos para perros y gatos si no se toman medidas básicas de prevención.
Alimentación inadecuada, adornos accesibles y exceso de ruido figuran entre los problemas más frecuentes en estas fechas.
Especialistas en nutrición y bienestar animal coinciden en que la clave está en anticiparse y mantener hábitos que protejan la salud física y emocional de las mascotas.
Alimentación: evitar intoxicaciones y problemas digestivos
Durante las cenas navideñas resulta habitual ofrecer "un bocado" a las mascotas, pero varios alimentos de consumo humano pueden resultar peligrosos.
Chocolate, uvas, cebolla, ajo, huesos cocidos y preparaciones con alto contenido de grasa o azúcar pueden provocar desde vómitos y diarreas hasta cuadros de intoxicación.
La recomendación apunta a respetar la dieta habitual de cada animal, definida según su edad, tamaño y condición de salud.
Carolina Figueroa, Scientific Communication & Affairs Manager Latam Seeds de Royal Canin, explica: "Mantener una alimentación balanceada, diseñada específicamente para las necesidades de cada mascota, y evitar sobras o alimentos fuera de su dieta habitual".
Decoraciones fuera de su alcance
Árboles de Navidad, luces, esferas y envoltorios pueden despertar la curiosidad de perros y gatos.
El riesgo aparece cuando estos objetos se muerden o ingieren, lo que puede causar asfixias, cortes o lesiones internas.
Para reducir accidentes, conviene instalar adornos fuera de su alcance, fijar correctamente el árbol y supervisar a las mascotas en momentos de mayor movimiento dentro del hogar.
Las cenas y decoraciones navideñas esconden peligros para las mascotas | Getty Images
Reducir el estrés en ambientes con ruido
Las visitas, la música alta y los fuegos artificiales generan ansiedad en muchos animales.
Para ayudarlos a sobrellevar estas situaciones, se recomienda habilitar un espacio tranquilo donde puedan refugiarse, con su cama, agua y juguetes habituales.
En casos de ansiedad más intensa, un médico veterinario puede sugerir apoyos complementarios como feromonas, extractos naturales o suplementos específicos, siempre bajo orientación profesional.
Mantener rutinas y consultar al veterinario
Aunque la dinámica familiar cambie durante las fiestas, conservar horarios regulares de alimentación, paseos y descanso ayuda a dar seguridad a las mascotas.
Cualquier cambio brusco en el comportamiento, el apetito o la energía debe motivar una consulta veterinaria oportuna.
"Creemos que la mejor forma de demostrar cuidado en Navidad es proteger la salud y el bienestar de perros y gatos, ofreciéndoles una nutrición adecuada y un entorno seguro", señala Figueroa.
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