Aunque la vida sexual puede ser una fuente de conexión y placer, también es importante recordar que algunas prácticas requieren mayor atención para evitar incomodidades o lesiones.
Especialistas en bienestar sexual señalan que la comunicación, el ritmo y la comodidad son claves para que la experiencia sea segura para ambas personas.
Por qué es importante tener precauciones
La sexóloga Rhianonn John destaca que cada pareja tiene preferencias distintas, pero que algunas posiciones pueden implicar un mayor nivel de exigencia física. Esto no significa que deban evitarse por completo, sino que es fundamental realizarlas con calma, atención y acuerdos previos.
“Es importante priorizar la seguridad y el bienestar”, explica la especialista, recordando que el entusiasmo no debe reemplazar el cuidado mutuo.
Las posiciones que podrían presentar más riesgos
Los expertos mencionan ciertas posiciones habituales que, si se realizan sin coordinación o sin una base firme, pueden generar molestias o lesiones.
- Estilo perrito: Aunque es común, puede resultar exigente si el movimiento es demasiado rápido o profundo. Se recomienda ajustar el ritmo, coordinar constantemente y usar apoyo, como una almohada, para mejorar el ángulo y reducir tensiones.
- Misionero: Una posición clásica que puede provocar resbalones o chocar con más fuerza de lo previsto, especialmente cuando hay demasiado peso sobre la pareja receptora. Mantener un ritmo controlado, distribuir el peso y evitar movimientos bruscos ayuda a evitar golpes accidentales.
- Mujer arriba / “cowgirl”: Aquí la persona que va arriba controla la profundidad y la intensidad, pero también existe riesgo de movimientos desalineados. Es útil apoyarse con las manos o dejar que la pareja de abajo guíe suavemente el ángulo para evitar incomodidades.
- Posiciones invertidas o con apoyo en cuello y hombros: Como el “martinete”, pueden tensar la zona cervical o generar pérdida de equilibrio. Añadir cojines, usar la cama como soporte y evitar forzar el cuerpo son medidas que permiten explorar estas variantes de forma más tranquila.
- Posiciones de carga o levantamiento: Requieren fuerza y estabilidad. Para reducir riesgos, conviene realizarlas cerca de una superficie blanda, apoyarse en una pared o simplemente evitar levantamientos si el cuerpo no está preparado.
- La “carretilla”: La presión sobre brazos y muñecas puede ser intensa. Adaptar la postura apoyando parte del cuerpo en la cama o distribuyendo el peso en los antebrazos ayuda a mantener la comodidad.
Cuidado, comunicación y ritmo: la clave de una buena experiencia
Más que evitar posiciones, los especialistas recomiendan escuchar al cuerpo, conversar durante el momento y frenar cuando algo se sienta incómodo.
La seguridad no está reñida con el disfrute: ajustando el ritmo, el apoyo y la postura, es posible tener encuentros placenteros sin riesgos innecesarios.
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