Hayley Williams se desmayó en el escenario durante una presentación en la que compartía el micrófono con la británica PinkPantheress, un episodio que la cantante atribuyó a un cuadro de malestar físico en plena actuación.
La líder de Paramore relató el incidente en el podcast Good Hang con Amy Poehler, donde admitió que “se apagó” por unos minutos mientras PinkPantheress cantaba junto a ella en el Austin City Limits (ACL).
La joven artista británica ha citado repetidamente a Paramore como influencia. Lo que explicó por qué la invitación en ACL adquirió carga simbólica para ambas artistas, según consignó Far Out.
Más allá del susto físico, Hayley Williams aprovechó la conversación para poner sobre la mesa su historia con la salud mental, eje central de buena parte de su trabajo en solitario y con Paramore.
Temas como “Dead Horse” y “Last Hope”, y la sinceridad detrás de sus letras, ilustran una trayectoria artística que combina confesión personal con catarsis colectiva. Una dinámica que, según críticos, atraviesa su reciente álbum Ego Death at a Bachelorette Party.
El impacto artístico del álbum se reflejó en la temporada de premios
Williams recibió múltiples nominaciones a los Grammy, incluyendo reconocimiento en categorías alternativas y de rock. Un dato que subraya la buena recepción crítica y la relevancia continua de su proyecto solista.
El desmayo en ACL vuelve a poner en foco la tensión entre la exigencia del directo y el cuidado personal de los artistas en gira. Fans y colegas respondieron con preocupación y mensajes de apoyo. Mientras que la anécdota refuerza la narrativa de Williams como una voz honesta sobre la fragilidad y la resiliencia emocional.
En un momento en que su música sigue sonando en festivales y listas, la cantante insiste en la importancia de traducir el sufrimiento en comunidad artística y en canciones que conectan.
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