Efemerides

El himno espiritual que fue número 1 en las listas y cambió la vida de George Harrison

My Sweet Lord convirtió a George Harrison en Nº1 mundial, antes de quedar envuelta en una histórica demanda por plagio.

George Harrison
Getty Images

El 23 de noviembre de 1970, George Harrison lanzó My Sweet Lord, su primer sencillo en solitario tras la separación de The Beatles. Marcando el inicio de una carrera independiente que rápidamente capturó la atención mundial.

Apenas un mes después, el 26 de diciembre de 1970, la canción alcanzó un hito histórico. Se convirtió en la primera canción Nº1 de un exmiembro de los Beatles. Consolidando a Harrison como una fuerza musical independiente y estableciendo un récord que resonaría en la historia del rock.

George Harrison y su espiritualidad

Harrison concibió la canción como un himno espiritual, inspirado por la versión gospel de “Oh Happy Day” de los Edwin Hawkins Singers.

Su objetivo era transmitir un mensaje universal de fe, amor y apertura del corazón, uniendo elementos de gospel y de la tradición Hare Krishna en un arreglo que combinaba simplicidad y grandeza sonora.

Producida junto a Phil Spector, la canción incluyó múltiples guitarras acústicas, coros crecientes y una instrumentación que evocaba la famosa “wall of sound” del productor.

Entre los colaboradores estuvieron Ringo Starr, Eric Clapton y miembros de Badfinger. Creando una sesión de estudio legendaria y profundamente sincronizada.

My Sweet Lord: un triunfo sin precedentes

El éxito de My Sweet Lord fue inmediato. Se convirtió en el sencillo más vendido en Reino Unido durante 1971 y fue transmitido constantemente en radios de todo el mundo.

John Lennon llegó a comentar que cada vez que escuchaba la canción, se sentía inspirado y cercano a lo divino.

Sin embargo, el éxito pronto se vio ensombrecido por la polémica. En febrero de 1971, la editorial Bright Tunes Music Corporation demandó a Harrison por infracción de derechos de autor. Alegando que My Sweet Lord era demasiado similar a He’s So Fine, un éxito de 1963 de las Chiffons.

Tras años de litigio, en agosto de 1976 un tribunal estadounidense determinó que Harrison había cometido plagio subconsciente. Condenándolo a pagar 1,6 millones de dólares en daños.

La disputa inspiró a Harrison a escribir This Song (1976), una sátira sobre la polémica legal. Décadas después, mediante un giro inesperado que involucró a su antiguo manager Allen Klein, Harrison recuperó los derechos de ambas canciones y, en 2000, lanzó una reedición de aniversario de My Sweet Lord. Ofreciendo una versión renovada antes de fallecer de cáncer en enero de 2001.

A pesar de las controversias legales y financieras, el legado de My Sweet Lord permanece intacto. Una obra que llevó a George Harrison al Nº1 mundial, fusionando espiritualidad, innovación musical y un mensaje que sigue resonando entre generaciones.


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