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El entorno urbano también enferma: estudio vincula desigualdad y salud mental

Este estudio analizó 106 casos de primeros episodios psicóticos registrados entre 2016 y 2022 en la ciudad de Albacete.

Trastornos Mentales
Getty Images

El entorno en el que una persona vive no solo condiciona su calidad de vida, sino que también puede incidir directamente en su salud mental.

Así lo concluye un reciente estudio académico que identificó una relación significativa entre el contexto socioeconómico de los barrios y el riesgo de desarrollar trastornos mentales graves.

Los datos usados en la investigación

Este estudio, desarrollado por académicos de España y publicado en The Conversation, analizó 106 casos de primeros episodios psicóticos registrados entre 2016 y 2022 en la ciudad de Albacete. Estos datos fueron comparados con un grupo de control compuesto por 383 personas seleccionadas de manera aleatoria.

Para el análisis, el equipo utilizó herramientas de estadística espacial que permitieron ajustar los resultados según densidad poblacional y otros factores demográficos. De este modo, lograron identificar zonas específicas donde el riesgo de padecer trastornos psicóticos era considerablemente mayor que el promedio.

Barrios vulnerables y mayor riesgo

Uno de los principales hallazgos del estudio es que los sectores con menores ingresos concentran una mayor incidencia de este tipo de trastornos. Esto refuerza la evidencia sobre el impacto que tienen las desigualdades económicas en la salud mental de la población.

Si bien el análisis consideró factores individuales previamente conocidos, como el consumo de sustancias, los autores subrayan que las condiciones sociales y geográficas del entorno representan un factor de riesgo adicional que no puede ser ignorado.

El foco en mujeres y desigualdad social

Otro resultado relevante apunta a una mayor vulnerabilidad en mujeres que viven en barrios desfavorecidos. Según el estudio, la combinación de precariedad económica y menor acceso a redes de apoyo incrementa el riesgo de padecer trastornos mentales en este grupo.

A partir de estos resultados, los investigadores enfatizan la importancia de diseñar políticas públicas y estrategias de prevención. Estas, que incorporen un enfoque territorial y de género.

“Comprender cómo el entorno influye en la salud mental es clave para avanzar hacia políticas más equitativas”, concluyen los autores, quienes advierten que la prevención y el abordaje de estos trastornos debe entenderse como un desafío colectivo, que va más allá de las decisiones individuales.


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