En un momento en que buena parte de la industria cinematográfica observa con cautela el avance de la inteligencia artificial, The Walt Disney Company comienza a trazar su propio camino hacia el futuro tecnológico. En las últimas semanas, la firma dio un paso relevante al alcanzar un acuerdo con Sora, la plataforma de generación de video de OpenAI, que le permitirá licenciar más de 200 personajes de su vasto catálogo.
Esta alianza refleja el interés de Disney por integrar nuevas herramientas digitales en el desarrollo de contenidos y procesos internos.
DisneyGPT: el primer paso interno
Uno de los avances más concretos es DisneyGPT, un chatbot de uso interno que trabajadores de la compañía utilizan. La herramienta se presentó en octubre como un “nuevo partner en productividad”, pensado para apoyar tareas cotidianas como abrir tickets de soporte técnico, revisar nóminas o analizar presupuestos de proyectos.
En su actualización de diciembre, DisneyGPT incorporó la posibilidad de cargar archivos Excel y PowerPoint. Esto, además de una base verificada de frases de Walt Disney, organizadas por temas como imaginación, perseverancia y liderazgo. Todo bajo un tono lúdico, con mensajes que invitan a “comenzar una aventura encantadora”.
JARVIS: el proyecto más ambicioso
Pero Disney quiere ir más allá. Según se reveló, actualmente se está desarrollando un proyecto interno bautizado como JARVIS, en clara referencia al asistente virtual de Iron Man en el Universo Marvel.
A diferencia de DisneyGPT, este nuevo sistema apunta a convertirse en un agente autónomo. De hecho, es capaz de ejecutar acciones por cuenta propia y gestionar tareas más complejas. Aunque el proyecto aún está en una fase inicial, existe un fuerte interés en que sea adoptado de manera transversal.
“No está completamente listo todavía”, admitió un alto ejecutivo con conocimiento directo del plan, mientras otro gerente aseguró que es una herramienta que la compañía espera que “todos utilicen cada vez más”.
Entre la innovación y la cautela
Pese al entusiasmo, no todo es optimismo. Algunos empleados han expresado preocupación por el impacto laboral de estas tecnologías, temiendo que la automatización pueda afectar la estabilidad de ciertos puestos.
Desde la dirección, la postura es clara: la IA debe ser un complemento y no un reemplazo. En sus políticas internas, Disney recalca que su enfoque es responsable y centrado en el ser humano. “Los humanos son, y seguirán siendo, el motor creativo de la compañía”, enfatiza la empresa, reafirmando que la creatividad y curiosidad humanas continúan siendo el corazón de Disney.
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