El cine volvió a mostrar sus dos caras en el último fin de semana de octubre. Por un lado, el público masivo respondió a la llamada de la secuela de terror "Black Phone 2", que tomó la cima de la taquilla norteamericana.
Por otro, el mercado exhibe la polaridad entre un título de autor que crece con pasos cautelosos (Bugonia) y una franquicia transmedia que explota la cultura pop global (KPop Demon Hunters).
Los números y el contexto dejan una lectura clara. En octubre, el terror sigue siendo el mejor gancho comercial, pero la diversidad de formatos, del cine indie al fenómeno k-pop, reconfigura la pelea por la atención del espectador.
Un triunfo necesario para Blumhouse
"Black Phone 2" lideró la cartelera con cifras sólidas para la temporada. La secuela registró una apertura que, según distintos reportes, se movió en torno a los veintipocos millones de dólares durante su primer fin de semana. Superando a varias apuestas de mayor presupuesto y reivindicando la eficacia de Blumhouse con franquicias de terror ajustadas a nichos masivos.
Para un estudio que tuvo varios tropiezos en 2025, este resultado funciona como un parche financiero y, sobre todo, como señal de que el público todavía acude en masa a los títulos de miedo bien ejecutados y bien posicionados en octubre.
"Bugonia": cine de autor
En el extremo contrario está "Bugonia", la peculiar comedia negra de Yorgos Lanthimos protagonizada por Emma Stone, que debutó más modestamente en salas pero con métricas que convienen al perfil festivalero y de boca a boca: salida limitada y buenos promedios por sala según reportes de box-office especializados.
"Bugonia" pretende construir capital crítico, asegurar ventanas de exhibición selecta y, eventualmente, una vida útil amplia en VOD y plataformas premium. Esa estrategia le da a la película piernas distintas a las del cine de gran audiencia y explica por qué sus ingresos iniciales son bajos en volumen pero sostenibles en tiempo.
"KPop Demon Hunters": fenómeno que borra fronteras
Entre ambos extremos, "KPop Demon Hunters" confirma una tendencia interesante. Contenidos que nacen en la intersección entre la cultura pop global (K-Pop) y formatos de entretenimiento transmedia pueden generar saltos de taquilla y conversación social fuera de Estados Unidos.
El film viene acompañando una maquinaria promocional que va más allá del cine, álbumes, merchandising, eventos en Seúl y, por eso, su rendimiento debe leerse de forma distinta.
¿Qué nos deja este fin de semana? Tres lecciones para la industria
El horror bien calibrado sigue vendiendo. En octubre, la cercanía temática con Halloween y campañas certezas amplifican el poder de convocatoria. "Black Phone 2" sacó ventaja de eso.
Las ventanas y estrategias importan más que el número bruto inicial. Un estreno limitado bien manejado, como el de Bugonia, puede maximizar impacto crítico y valor a largo plazo.
Los fenómenos transmedia rompen la lógica de la taquilla clásica. Títulos vinculados a fandoms globales generan valor adicional que no siempre se mide en la taquilla doméstica. "KPop Demon Hunters" es un ejemplo de cómo la monetización es múltiple.
Más allá de “quién ganó este fin de semana”, la historia real es la coexistencia de dos economías. La de los estrenos masivos y la de los ecosistemas culturales.
Las distribuidoras que entiendan y operen en ambas, programando ventanas flexibles, asociando lanzamientos con contenido musical y experiencias en vivo, o apostando a exhibiciones de nicho primero, tendrán más probabilidad de amortiguar riesgos y maximizar retornos. Este fin de semana es una foto reveladora de esa doble economía.
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