La noche en que Soundgarden ingresó al Salón de la Fama del Rock and Roll (Rock & Roll Hall of Fame) fue algo más que un reconocimiento. Fue una ceremonia de reparación y celebración que reunificó a la escena de Seattle en torno a la memoria de Chris Cornell y al legado musical de la banda.
La inducción, celebrada el 8 de noviembre de 2025 en el Peacock Theatre de Los Ángeles, combinó el humor inesperado de Jim Carrey, la emoción de las hijas de Cornell y un bloque de invitados de lujo que trazó la genealogía del grunge ante una audiencia global.
Jim Carrey, quien presentó formalmente a Soundgarden, convirtió su introducción en un vínculo personal y entrañable. Recordó con humor y nostalgia cómo insistió para que la banda fuera contratada en Saturday Night Live en 1996, la noche en que los conoció.
Incluso confesó que Chris le regaló una Fender Telecaster tras el programa. Un gesto que enlazó la anécdota con la deuda emocional que muchos artistas sienten hacia esa escena.
La presencia de Carrey no fue caprichosa. Fue la invocación de un testigo externo que, por cariño y memoria, ayudó a poner en foco la dimensión humana de la banda.
Las hijas de Cornell tuvieron un papel esencial en el tono de la velada. Lily Cornell Silver subió al estrado para pronunciar una breve pero sentida declaración sobre la música como propósito de vida, y Toni Cornell ofreció una interpretación acústica de “Fell on Black Days” junto a Nancy Wilson (Heart). Un momento que mezcló fragilidad y dignidad en partes iguales.
Esas intervenciones ratificaron que el homenaje no era solo institucional: era íntimo, familiar, y centrado en la voz que ya no está.
Musicalmente, la ceremonia buscó ser “seattle-céntrica”:
Miembros de bandas amigas, Mike McCready (Pearl Jam), Jerry Cantrell (Alice in Chains), Nancy Wilson (Heart), subieron al escenario para acompañar versiones potentes de “Rusty Cage” y una emotiva “Black Hole Sun”.
Mientras voces invitadas como Brandi Carlile y Taylor Momsen tuvieron la difícil tarea de ocupar espacios vocales que, por definición, pertenecen a Cornell.
El resultado: un equilibrio entre respeto y reivindicación, con arreglos que evitaron la mimetización y apostaron por la personalidad de cada invitado.
Además del homenaje directo, la noche proyectó una continuidad de la historia de la banda. Miembros sobrevivientes, Kim Thayil, Matt Cameron, Ben Shepherd y el miembro fundador que salió en 1989, Hiro Yamamoto, ofrecieron discursos que mezclaron gratitud, anécdotas y la inevitable nostalgia.
Las palabras de Yamamoto, que llamaron explícitamente al público a “rockear”, y el testimonio de Cameron sobre la constante búsqueda artística de Cornell, ayudaron a dibujar al cantante no solo como figura trágica, sino como un creador en perpetua evolución.
Lo último de Soundgarden
Soundgarden trabaja en un último disco que incluiría voces y material de Cornell. Un proyecto que la banda ha descrito como “un regalo” y que le da a la inducción un matiz de continuidad discográfica además del simbólico.
Ese álbum, y ahora la inscripción en el Rock Hall, cambian la narrativa. Ya no se trata solo de rememorar, sino de completar y legar.
“Long live Chris Cornell and long live Soundgarden”
- Jim Carrey at the 2025 Rock & Roll of Fame Induction Ceremony. pic.twitter.com/90OGyHeyti
— Rock History (@historyrock_) November 9, 2025
