Las altas temperaturas ya comenzaron a sentirse en distintas regiones del país y, con ellas, aparecen amenazas que muchas veces pasan desapercibidas.
El golpe de calor y la mayor presencia de parásitos -pulgas, garrapatas, mosquitos y lombrices intestinales- representan los primeros riesgos de la temporada para perros y gatos.
Según veterinarios, esta etapa de transición climática crea el ambiente ideal para la proliferación de insectos y parásitos capaces de transmitir enfermedades graves a animales y personas.
"Cuando las temperaturas suben, los parásitos encuentran las condiciones ideales para reproducirse. Por eso es fundamental mantener una rutina antiparasitaria constante, que considere tanto la protección externa como la interna", explica Diego Pincheira, médico veterinario de Zoetis Chile.
Estos parásitos pueden provocar desde dermatitis y anemia hasta enfermedades transmitidas por vectores, como erliquia o hemobartonella.
Golpe de calor: señales de alarma y acción inmediata
El golpe de calor se ha convertido en una de las urgencias más frecuentes durante los primeros días con altas temperaturas. Los perros, sobre todo los braquicéfalos (bulldog, pug, bóxer), tienen mayor riesgo porque no regulan su temperatura de la misma manera que los humanos.
Los principales síntomas son:
- Jadeo excesivo
- Dificultad respiratoria
- Decaimiento o letargo
- Salivación intensa
- Encías muy rojas o moradas
Ante cualquier señal, los veterinarios recomiendan trasladar al animal a un lugar fresco, ofrecer agua y acudir de inmediato a un centro clínico. La rapidez en la atención puede marcar la diferencia en la recuperación.
Consejos clave para prevenir parásitos y golpes de calor
Para reducir los riesgos durante las primeras olas de calor, especialistas sugieren:
- Mantener hidratadas a las mascotas en todo momento.
- Evitar paseos entre las 11:00 y las 17:00 horas.
- Buscar zonas sombreadas y ventiladas dentro del hogar.
- Aplicar productos antiparasitarios de forma regular, según recomendación veterinaria.
- Revisar el pelaje después de salidas a plazas o áreas con vegetación.
Pincheira recuerda que "el cuidado no termina con el cambio de estación. La prevención antiparasitaria debe mantenerse todo el año, y especialmente cuando las temperaturas comienzan a subir".
Este enfoque preventivo, que conecta la salud humana, animal y ambiental, apunta a evitar emergencias y a mantener un bienestar integral dentro de los hogares.
Mantener una rutina de cuidados, actuar rápido ante síntomas y consultar a profesionales son pasos esenciales para enfrentar los desafíos del calor en Chile.
