La espera terminó en una noche calurosa y vibrante. Oasis volvió a Chile después de dieciséis años y lo hizo con una fuerza que desbordó expectativas.
El Estadio Nacional recibió a los hermanos Gallagher entre gritos, banderas y una adrenalina que anunciaba un reencuentro largamente postergado.
Cuando Noel y Liam aparecieron con los brazos en alto, el público respondió con una ovación ensordecedora.
La frase "It's good to be back – hello, hello, hello" abrió la jornada y marcó el inicio perfecto para Hello, una canción que nació para noches como esta.
Apenas cerró el primer tema, llegó Acquiesce, ese himno fraterno que proclama "We need each other, we believe in one another".
En Santiago, esas palabras adquirieron un peso distinto: dos hermanos cantando juntos después de años de distancias y tensiones. El momento se sintió simbólico, emocional y profundamente inesperado.
Oasis en Chile: un repertorio contundente y un estadio entregado
Morning Glory encendió el recinto. Quienes aún no saltaban, lo hicieron en ese instante.
El público entendió que la secuencia del setlist explicaba por qué Oasis convoca a distintas generaciones.
La disciplina vocal de Liam sorprendió a muchos; su aplomo en el escenario se ha transformado en una de las características más llamativas de la gira Live '25.
Al mismo tiempo, Bonehead sostuvo el sonido con una solidez que recordó su papel clave como base de la banda.
La batería de clásicos avanzó sin pausas: Some Might Say, interpretada con fuerza; el ataque directo de Fade Away; la sensibilidad de Cast No Shadow; la arrogancia guitarrera de D'You Know What I Mean?; y la energía de Supersonic, la potencia de Roll With It, sumada a la irreverencia de Cigarettes & Alcohol, donde el Estadio Nacional completó el ya tradicional Poznań: miles de personas se dieron vuelta, se tomaron de los hombros y saltaron al unísono, replicando el ritual que Oasis adoptó durante la gira.
El turno de Noel llegó con un momento íntimo. Interpretó Talk Tonight, Little by Little -con la reflexión "la verdadera perfección tiene que ser imperfecta"- y una versión impecable de The Masterplan. Su tono cálido llenó el estadio con una claridad conmovedora.
El show avanzó hacia su tramo más emocional con Rock 'n' Roll Star y Live Forever, acompañadas por imágenes de los Gallagher en la pantalla gigante. El estadio cantó con la convicción de quien entiende que vive un capítulo único.
Un cierre emotivo para un reencuentro esperado
La última parte del concierto construyó una progresión intensa.
Stand by Me generó uno de los coros más potentes de la noche. Antes del bis, Rock 'n' Roll Star funcionó como gesto circular hacia los inicios de la banda.
Sobre el final, Oasis desplegó un bloque inolvidable: Wonderwall, Champagne Supernova y una interpretación memorable de Don't Look Back in Anger, donde la banda guardó silencio y dejó que el público cantara dos veces el estribillo a todo pulmón.
Para muchos, esa imagen cerró un ciclo.
El reencuentro de Oasis con Chile demostró que las historias suspendidas pueden retomarse con fuerza.
En el Estadio Nacional, los fanáticos viajaron a sus propias memorias mientras celebraban un presente vibrante.
Probaron que, a veces, las segundas oportunidades llegan con una emoción distinta y dejan una certeza simple: los retornos también pueden sanar.
Setlist de Oasis en Chile 2025
- (Fuckin’ in the Bushes)
- Hello
- Acquiesce
- Morning Glory
- Some Might Say
- Bring It On Down
- Cigarettes & Alcohol
- Fade Away
- Supersonic
- Roll With It
- Talk Tonight
- Half the World Away
- Little by Little
- D’You Know What I Mean?
- Stand by Me
- Cast No Shadow
- Slide Away
- Whatever
- Live Forever
- Rock ‘n’ Roll StarThe Masterplan
- Don’t Look Back In Anger
- Wonderwall
- Champagne Supernova
El aporte de Richard Ashcroft
Antes de la irrupción de Oasis, Richard Ashcroft preparó al estadio con un show que navegó entre emoción y épica.
Su interpretación de Bitter Sweet Symphony dejó al público en un estado de euforia tranquila, ideal para recibir a los Gallagher.
Liam lo reconoció desde el escenario con una mirada cómplice: una jornada que reúne al vocalista de The Verve y al eje creativo de Oasis siempre se siente especial.