Netflix tiene un fenómeno entre manos con "Una casa llena de dinamita", el thriller nuclear de Kathryn Bigelow que lidera el ranking global en la plataforma.
Lo que pocos saben es que esta cinta no está sola. Forma parte de una trilogía temática oculta junto a "En tierra hostil" (2010) y "La noche más oscura" (2013), dos obras con las que comparte más que una directora, comparte una mirada obsesiva sobre el poder, la guerra y la seguridad en Estados Unidos.
Kathryn Bigelow lo vuelve a hacer
Bigelow, ganadora del Oscar por En tierra hostil, se ha caracterizado por su enfoque “periodístico” del cine. Historias de tensión extrema que podrían salir de los titulares de un diario.
En una reciente entrevista con El País, la cineasta explicó que su propósito es “llevar al espectador a lugares donde nunca ha estado”. Y lo logra: del campo de batalla en Irak a las oficinas de la CIA, y ahora al corazón del gobierno norteamericano ante un ataque nuclear.
En "Una casa llena de dinamita", Bigelow lleva su estilo al límite. La película muestra los mismos 18 minutos desde tres perspectivas: política, militar y humana, revelando que el enemigo real no es externo, sino el sistema mismo.
La crítica ya la llama su trabajo más ambicioso desde La noche más oscura, y los fans la han convertido en el título más comentado en Netflix este mes.
Ver las tres películas seguidas es como recorrer un mapa del siglo XXI desde las entrañas del poder. Un viaje que empieza con el soldado, pasa por la espía y termina con quienes deciden el destino de todos.
Porque sí, la historia que arrasa en Netflix es solo la última pieza de una trilogía que llevaba quince años escondida a simple vista.
