Un día como hoy, pero de 1971, salió al mercado el icónico cuarto álbum del grupo británico Led Zeppelin. Comúnmente conocido como Led Zeppelin IV.
Sin título oficial en portada, sin nombres de la banda impresos. Con una estética deliberadamente ambigua, el álbum marcó un punto de inflexión en la historia del rock. Fue un paso que redefinió los límites del sonido, la producción y la ambición artística.
El contexto de su lanzamiento
Tras los altibajos críticos de su tercer álbum, la banda decidió grabar en lugares poco convencionales, como la vieja mansión rural Headley Grange en Hampshire (Reino Unido). Utilizando el estudio móvil de los The Rolling Stones.
Allí, entre muros de piedra y pasillos con eco natural, registraron sus ocho pistas con atmósfera libre, dejando atrás muchos de los protocolos habituales de estudio.
El resultado fue un álbum que abarca blues, folk, hard‑rock y hasta pasajes acústicos, todo en un volumen compacto que muchos señalan como la obra más completa de la banda.
Lo que lo hace especial y por qué sigue vigente
La portada, sin nombre de banda ni título, fue una declaración de intención. Dejar que la música hablara por sí sola.
En la creación del tema "When the Levee Breaks", el batería John Bonham fue ubicado en el vestíbulo de Headley Grange con micrófonos suspendidos para capturar un sonido de bombo y ambiente nunca antes escuchado en una producción popular.
La variedad musical es notable. Desde el riff electrizante de "Black Dog" hasta la balada folk‑rock de "Going to California", pasando por la épica "Stairway to Heaven", que, aunque nunca fue lanzada como sencillo, se convirtió en himno generacional.
Led Zeppelin: impacto en cifra y legado
Aunque los rankings de la época no le permitieron alcanzar el número uno en EE.UU., el álbum se convirtió en el más vendido de la banda, con decenas de millones de copias distribuidas mundialmente.
Su influencia trasciende géneros. El sonido de Bonham en “When the Levee Breaks” ha sido muestreado e imitado en hip‑hop y electrónica. Lo que evidencia que no se trata solo de un clásico del rock, sino de un punto de referencia cultural.
Aunque se le llama “cuarto álbum”, el disco no tiene título oficial y por eso también se conoce como “Untitled” o “Four Symbols”.
En la grabación de "Four Sticks", Bonham usó cuatro baquetas para cada mano, lo que da nombre al tema.
El inicio de “Black Dog” arranca con el sonido "tape rolling" (la cinta arrancando) dejado deliberadamente por el guitarrista Jimmy Page como efecto atmosférico.
¿Por qué esta obra sigue siendo relevante?
La impecable ejecución técnica, la decisión artística de salirse del molde, la mezcla de raíces y vanguardia, y una atmósfera que todavía suena fresca.
Para los nuevos oyentes y los fanáticos de siempre, el álbum funciona como un manual sobre cómo un grupo puede abrazar su identidad. Retar las expectativas y crear algo que trascienda décadas.
En un panorama actual donde el consumo musical es fragmentado y efímero, este álbum demuestra el poder de una obra concebida como un todo coherente, que se disfruta de principio a fin.
Sigue a Concierto.cl en Google Discover
Recibe nuestros contenidos directamente en tu feed.
Seguir en Google