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Hayley Williams rompe el sistema de reventa: así protegerá a sus fans en la gira 2026

Hayley Williams anuncia su gira 2026 y busca que las entradas lleguen a sus verdaderos fans a precio original.

Hayley Williams
Getty Images

Hayley Williams anunció esta semana su gira Hayley Williams, At a Bachelorette Party, que arrancará en marzo de 2026 en Atlanta y concluirá en mayo con dos fechas en The Wiltern de Los Ángeles.

La novedad más destacada del anuncio no es solo el itinerario. La cantante puso el foco en un protocolo anti-revendedores que combina verificación obligatoria y un mercado controlado para reventa al precio original. Esto, con la intención explícita de que las entradas “lleguen a manos de mis fans (a su precio original)”.

Qué propone Hayley Williams y cómo funcionará

Williams se asoció con la plataforma Openstage para una preventa verificada. Quienes quieran acceder deberán registrarse y validar tanto su correo electrónico como su número de teléfono. Tras la verificación se entrega un código único (Ticket Unlock) que permite entrar a la preventa.

Además, la mayoría de las transferencias quedarán desactivadas y se habilitará un sistema de reventa controlada que obliga a vender al precio original, salvo excepciones legales en algunos estados, como Nueva York e Illinois, donde la ley protege la libre transferencia.

El equipo de Williams admite que el mecanismo no es infalible, pero lo define como “lo mejor que hemos podido implementar” frente a un mercado secundario que, según la artista, es “defectuoso y enrevesado”.

La medida cae dentro de una ola creciente de artistas que intentan limitar la reventa masiva. The Cure impuso tickets no transferibles en su gira de 2023 y canceló miles de entradas detectadas en sitios secundarios.

Billie Eilish también optó por restricciones y mecanismos de intercambio al precio de compra para proteger a sus fans, según consignó Hollywood Reporter.

Estas experiencias muestran dos realidades

las políticas de control complican la vida de scalpers y bots, pero también pueden provocar frustración entre seguidores cuando la demanda supera la oferta o cuando aparecen esquemas alternativos (cuentas robadas, reventa por canales indirectos).

En otras palabras, las entradas intransferibles reducen la revalorización masiva, pero no la eliminan por completo.

La iniciativa de Hayley Williams no es una cura milagrosa, pero sí una respuesta escalonada y jurídicamente consciente al mercado secundario. Combina tecnología (verificación), procesos (códigos de acceso y ventanas de venta) y claridad legal (excepciones por estado).

Si funciona como promete, será otro ejemplo, junto a The Cure y Billie Eilish, de cómo los artistas presionan para devolver a los fans la prioridad en la compra de entradas. Si fracasa, servirá como caso de estudio sobre las limitaciones prácticas de cualquier intento de domar a los revendedores en un ecosistema digital complejo.


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