Quentin Tarantino por fin entrega su visión íntegra: "Kill Bill: The Whole Bloody Affair" llega a cines el 5 de diciembre.
Tarantino reagrupa la épica venganza de La Novia en una sola experiencia cinematográfica que promete devolver a la saga su pulso original.
Tras años de proyecciones limitadas y rumores, la versión unificada, titulado oficialmente "Kill Bill: The Whole Bloody Affair", tendrá estreno masivo el 5 de diciembre, con presentaciones especiales incluso en 35 mm y 70 mm para quienes busquen la máxima potencia visual.
"Kill Bill: The Whole Bloody Affair": ¿Qué cambia?
No se trata solo de juntar los dos volúmenes: Tarantino elimina el cliffhanger que cerraba Vol. 1 y suprime el repaso inicial de Vol. 2, para que la narración fluya como un único arco de venganza.
El montaje final, que supera las cuatro horas con un intermedio pensado como respiro, reconstruye el ritmo y reordena momentos para recuperar la intención primera del director.
La novedad más llamativa:
Una secuencia animada inédita. Además de la unión de las dos entregas, la edición suma una secuencia animada de alrededor de siete minutos y medio.
Un guiño directo a la influencia del manga en la gestación del proyecto, que fuentes confirman como material nuevo para esta versión definitiva. Ese pasaje de animación refuerza el tono operístico y estilizado que ya caracterizaba a la saga.
Dónde ver (y por qué verla en sala)
Aunque Kill Bill Vol. 1 y Vol. 2 pueden alquilarse o comprarse en tiendas digitales como Apple TV y Prime Video, la experiencia que propone Tarantino está concebida para el cine. Sonido, proyección en 35/70 mm y la escala de la sala transforman escenas que en casa pierden su brutalidad formal.
Para los cinéfilos, esto no es un relanzamiento comercial más, sino la concreción de una obra que siempre fue pensada como una sola.
Esta versión permite reevaluar la construcción del personaje de Uma Thurman, la Novia, y el pulso narrativo que Tarantino quiso desde el principio. Una opera de venganza dividida por la logística del estreno que hoy vuelve a su forma original.
Para la comunidad fan y la crítica, es una oportunidad para ver la saga sin cortes artificiales y con un añadido visual que promete reanimar el debate sobre autoría y montaje en el cine contemporáneo.
