El 4 de noviembre de 1970, David Bowie lanzó The Man Who Sold the World, su tercer álbum de estudio y el primero junto al núcleo que luego formaría The Spiders from Mars.
A medio camino entre el rock psicodélico de Space Oddity y la revolución que traería Ziggy Stardust, el disco consolidó su identidad musical y amplió los límites del rock británico.
El álbum introdujo un sonido más crudo y eléctrico, con una estética cercana al hard rock y al proto heavy metal, influido por Led Zeppelin y Black Sabbath.
"Aquí es donde realmente comienza la historia", escribieron Roy Carr y Charles Shaar Murray en NME.
La grabación tuvo lugar en la mansión Haddon Hall, en Beckenham, donde Bowie residía junto a su esposa Angie.
Mientras él se concentraba en su nueva vida personal, el guitarrista Mick Ronson y el productor Tony Visconti asumieron buena parte de los arreglos.
"Las canciones las escribimos nosotros cuatro. Bowie decía si le gustaban o no", recordó Visconti. Sin embargo, el propio artista defendió su autoría: "Nadie escribe cambios de acordes como esos".
The Man Who Sold the World: un universo de locura, mitología y sonido pesado
The Man Who Sold the World abordó temas como la locura (All the Madmen), la violencia (Running Gun Blues), la tecnología (Saviour Machine) y la mitología (The Supermen).
David Bowie combinó referencias de Nietzsche, Kafka y Lovecraft con guitarras densas y atmósferas inquietantes.
En The Width of a Circle, exploró el deseo y la espiritualidad en un viaje sonoro que anticipó la teatralidad de su etapa glam.
El diseño original del álbum también rompió esquemas. En Estados Unidos, la portada mostraba un vaquero frente a un asilo mental, mientras que la edición británica presentó una imagen de Bowie recostado en un diván con un vestido de satén diseñado por Michael Fish.
Esa foto, capturada por Keith MacMillan, se transformó en un ícono de la ambigüedad y el estilo andrógino que caracterizaría su carrera.
El impacto posterior y su legado en el rock
Aunque el disco tuvo una recepción moderada en su lanzamiento, con mejores resultados en Estados Unidos que en Reino Unido, su influencia creció con el tiempo.
The Man Who Sold the World inspiró a artistas como Siouxsie and the Banshees, The Cure, Nine Inch Nails y Gary Numan.
Décadas después, Nirvana reintrodujo el tema homónimo en su célebre MTV Unplugged in New York de 1993, acercando a una nueva generación a la obra de Bowie.
