En 1994, cuando Radiohead se encontraban al borde de un colapso creativo y profesional, su segundo álbum, "The Bends", se convirtió en el escenario de una transformación vital.
Su vocalista, Thom Yorke, confesó luego que atravesaba “una especie de crisis nerviosa” mientras las sesiones en el estudio se hacían insoportables.
“Fake Plastic Trees” de Radiohead
El punto de inflexión llegó con la gestación de la canción “Fake Plastic Trees”. Yorke la definió como "el producto de una broma que no era realmente una broma, una noche muy solitaria y borracha y, bueno, una especie de crisis".
Radiohead debatía cómo avanzar tras el éxito inesperado de “Creep”. El sello, EMI, esperaba un nuevo golpe de radio, pero la tensión, la fatiga de la gira y las dudas creativas los tenían al límite.
Fue durante una noche en la que Yorke y sus compañeros fueron a ver a Jeff Buckley en directo que algo se desbloqueó.
Su intensidad minimalista inspiró a Yorke a abordar “Fake Plastic Trees” con la vulnerabilidad que había estado esquivando.
Al regresar al estudio, bajo la producción de John Leckie, Yorke grabó solo con su guitarra acústica. En apenas unas tomas, la base emocional que luego se convertiría en la pista final. Leckie recuerda que fue “una toma cruda” que captaba la depresión, el agotamiento y la frustración del cantante.
Thom Yorke: "sabía de qué iba esto"
El resultado es una canción que arranca como una confesión íntima (“Her green plastic watering can / For her fake Chinese rubber plant…”) y por instantes se transforma en un grito melódico que combate contra la falsedad del entorno.
La literalidad de los objetos plásticos se convierte en metáfora de lo artificial, lo desconectado, lo vivido en sobre‑volumen cuando uno ya no da más.
“Fake Plastic Trees” no solo cambió el curso del álbum, sino de la banda. En palabras de Yorke, fue el momento en que sintió que la banda “sabía de qué iba esto”.
Lo que comenzó como agotamiento físico y mental se transformó en creación artística pura. Y aunque “The Bends” contiene otros himnos como “Just” o “High and Dry”, fue esta canción la que simbolizó la maduración del grupo frente a los 90 y su escena alternativa, según consignó Far Out.
Para los lectores chilenos que recuerdan la era MTV, “Fake Plastic Trees” alcanzó el número 20 en las listas del Reino Unido e incluso apareció en la película Clueless (1995), donde la protagonista la denomina “música para llorones”. Pero detrás de ese éxito hay tristeza, soledad y una rendición artística que funcionó como catarsis.
En definitiva, una canción nacida de una noche de desesperación, reinterpretada por una banda en crisis, y convertida en uno de los grandes himnos del rock alternativo.
La próxima vez que la escuches, quizás con sus letras que exponen el desgaste emocional (“It wears me out, it wears me out”), recuerda que esa voz quebrada es también la voz de alguien que estuvo al borde, y lo dejó todo sobre la grabación.
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