El 16 de octubre de 1976, Stevie Wonder alcanzó el primer puesto en la lista de álbumes de Estados Unidos con Songs in the Key of Life, un disco que marcó un antes y un después en la historia del soul.
Lanzado a fines de septiembre de ese año, el álbum se convirtió en su trabajo más exitoso y elogiado, con canciones como Isn't She Lovely, I Wish y Sir Duke, y le valió el Grammy al Álbum del Año en 1977.
El proyecto representó el punto culminante de una década de transformación musical, tanto para Wonder como para el panorama del funk y la música disco.
En plena era Motown, el artista se consolidó como una figura esencial del sonido afroamericano, tras haber publicado obras maestras como Talking Book e Innervisions.
Songs in the Key of Life: el álbum de los récords y la versatilidad
Songs in the Key of Life es un trabajo monumental: un triple álbum compuesto por dos LP y un EP, con 21 canciones que reflejan la amplitud creativa de Wonder.
El músico tardó más de dos años en completarlo, mientras su sello, Motown, esperaba con impaciencia el resultado de un contrato histórico de 13 millones de dólares por siete años, la cifra más alta que un artista había firmado hasta entonces.
El esfuerzo rindió frutos. El disco se convirtió en el primero de un artista estadounidense en debutar directamente en el número uno del Billboard 200, manteniéndose en ese puesto por 14 semanas consecutivas.
A la fecha, supera los 9 millones de copias vendidas, situándose entre los 15 discos más vendidos de los años 70.
Canciones como Sir Duke y I Wish llegaron al número uno como sencillos, mientras Isn't She Lovely?, dedicada al nacimiento de su hija, se transformó en una de las composiciones más entrañables de su carrera, pese a que Wonder decidió no editarla como single.
Reconocimientos y legado musical
El impacto de Songs in the Key of Life fue inmediato. Wonder ganó cuatro premios Grammy, incluyendo Álbum del Año, Mejor Producción y Mejor Interpretación Masculina Vocal Pop, y consolidó su reputación como un artista capaz de unir lo espiritual, lo político y lo personal en una misma obra.
La revista Rolling Stone ubicó el álbum en el puesto 56 de su lista de los 500 mejores discos de todos los tiempos en 2003, y lo ascendió al puesto 4 en la actualización de 2020, reconociendo su relevancia permanente en la música contemporánea.
