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¿Qué es la disforia postcoital? El fenómeno que afecta a algunas personas tras tener relaciones sexuales

La situación suele presentarse mayoritariamente en hombres, aunque también conlleva cambios de ánimo en mujeres

Disforia Postcoital
Getty Images

Aunque lo común es asociar las relaciones sexuales con placer, intimidad y bienestar, en ciertos casos ocurre lo contrario. Y es que, tras el orgasmo, pueden aparecer sensaciones de tristeza, irritabilidad o vacío emocional.

Estudios muestran que hasta un 41% de los hombres han pasado por este tipo de episodios en algún momento de su vida, los que pueden durar desde algunos minutos hasta varias horas. Las mujeres tampoco están exentas, aunque se ha investigado menos en ellas.

La razón detrás de la tristeza tras el sexo

Este fenómeno recibe el nombre de disforia postcoital, según consigna ADN. Según Justin Houman, urólogo del Centro Médico Cedars-Sinai, sus manifestaciones varían: “Algunos hombres experimentan claridad mental y alivio, mientras que otros sienten irritabilidad o tristeza, dependiendo del contexto, el estrés o la calidad del sueño”.

Las causas de la disforia postcoital no se conocen con precisión, pero los especialistas apuntan a una combinación de factores psicológicos, hormonales y ambientales. Entre ellos, los bajos niveles de testosterona, antecedentes de abuso físico o emocional, conflictos de pareja o insatisfacción en la vida íntima. La sexóloga clínica Sarah Melancon explica que “las hormonas liberadas durante el sexo pueden intensificar emociones profundas. Especialmente cuando existe un historial de trauma o problemas de relación”.

Para enfrentarlo, los expertos recomiendan aceptar las emociones sin juzgarlas, identificar patrones a través de un diario personal, practicar atención plena y recurrir a pequeños gestos de autocuidado tras el sexo, como tomar un baño, escuchar música o disfrutar de un masaje.

En casos donde la tristeza postcoital es recurrente o interfiere con la vida diaria, se aconseja buscar apoyo profesional. La terapia puede enfocarse en autoestima, apego o experiencias traumáticas, y en algunas situaciones acompañarse de tratamiento médico bajo supervisión.


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