Paris Hilton, modelo, DJ, empresara y ahora madre, reconfiguró lo que para muchos fue durante años la imagen icónica del "Party Girl". Sus días raros de descanso hoy se parecen más a una postal doméstica que a una alfombra roja. En una entrevista exclusiva con People, Hilton describe un día libre centrado en la familia, la creatividad y los pequeños rituales que, insiste, la mantienen de pie.
Lejos de las cámaras, Hilton prioriza momentos simple con sus hijos Phoenix y London. Cocinar juntos, juegos en el patio de la casa, incluidas toboganes de agua caseros, y sesiones creativas de pintura. Para la mujer que convirtió el brand personal en una industria, estos pasajes cotidianos son ahora la prioridad emocional que supera galas y giras.
Pero la transformación no es solo doméstica:
La empresaria sigue expandiendo su imperio. Sus recientes lanzamientos, que incluyen la línea de cuidado de la piel Parívie y la ampliación de su marca para mascotas a nuevos productos alimenticios, muestran una estrategia de diversificación que combina la cultura pop con tendencias de mercado, desde belleza hasta lifestyle, todo pensado para sostener una carrera que ya no depende únicamente de la fama.
En la entrevista, Hilton rememora un recorrido público largo y cambiante, de las noches eternas en clubs a la defensa de temas personales y al testimonio público sobre su pasado, y traza una línea que conecta su identidad mediática con un proyecto más íntimo. La maternidad y la autor representación.
Ese balance entre legado y reinvención se materializa en su próxima película documental, "Infinite Icon", que según fuentes está programada para estreno el 30 de enero. El documental, dicen, pretende explorar no solo su figura pública sino también su evolución personal, según consignó People.
Hilton apuesta por convertir su narrativa en capital creativa, no sólo mercantil, mediante productos y contenidos dirigidos a audiencias que crecieron con su imagen. Esa estrategia híbrida le permite monetizar nostalgia (memoria pública de los 2000) y, al mismo tiempo, generar relevancia contemporánea a través de la maternidad como nuevo eje narrativo.
En otras palabras, su "nuevo brillo" es la autenticidad medida para consumo. (Análisis propio, basado en entrevistas y movimientos de marca de la artista).
La metamorfosis de Hilton ejemplifica cómo las celebridades de la generación del reality han aprendido a transformar fama en productos culturales y económicos. Discos, fragancias, programas, y ahora, contenido documental y skincare. Su aparición reciente en pasarelas y eventos de moda confirma además su habilidad para mantener presencia estilística y mediática mientras articula una nueva imagen pública menos hedonista y más empresarial.
