Adoptar un cachorro puede ser una experiencia transformadora, pero también exige responsabilidad y preparación.
Así lo plantea la doctora Alejandra Lable, especialista en neonatología y pediatría veterinaria de Royal Canin, quien destaca que adoptar implica hacerse cargo del bienestar del animal durante toda su vida.
"Un cachorro no es un juguete ni un accesorio. Requiere atención constante, educación y cuidados veterinarios, especialmente durante sus primeros meses de vida", explicó la experta.
Lable recomienda evaluar tres aspectos fundamentales antes de decidir: la disponibilidad de tiempo y dinámica familiar, el espacio disponible y los recursos económicos.
1. Tiempo y dinámica familiar
Los perros jóvenes necesitan dedicación diaria para aprender hábitos básicos, como dónde hacer sus necesidades o cómo comportarse dentro del hogar.
A diferencia de los gatos, requieren presencia, guía y constancia.
No todas las razas se adaptan a cualquier tipo de familia.
"Es importante elegir un perro cuyo nivel de energía y temperamento coincidan con el estilo de vida del hogar", enfatizó Lable. Además, recordó que el compromiso es a largo plazo, ya que un perro puede vivir más de 15 años.
2. Espacio disponible
El entorno influye directamente en el bienestar del animal. Perros grandes o con mucha energía pueden sentirse incómodos en departamentos pequeños.
"Cada perro tiene necesidades distintas. Lo importante es evaluar si el lugar donde vivirá le permitirá desarrollarse de forma sana y feliz", añadió la veterinaria.
3. Recursos económicos
Adoptar también implica una inversión constante. Los gastos iniciales incluyen vacunas, desparasitaciones, controles veterinarios y alimentación adecuada.
A lo largo de su vida, el perro requerirá chequeos preventivos y atención médica, lo que representa un compromiso financiero sostenido.
Adoptar un perro es una decisión que requiere compromiso y planificación | Getty Images
Cómo interpretar las señales de salud de tu cachorro
La doctora Lable aconseja observar las deposiciones del cachorro, ya que entregan información valiosa sobre su salud digestiva:
- Consistencia y forma: deben ser firmes y bien definidas.
- Color: el tono normal es marrón; heces verdes, blancas o rojizas pueden indicar enfermedades.
- Frecuencia: lo habitual es entre una y dos veces al día, según el cachorro.
- Olor: un olor demasiado ácido o fuerte podría revelar problemas digestivos.
También recomienda prestar atención a gases excesivos, sobre todo si el perro no pertenece a razas braquicéfalas como los bulldogs o pugs.
Adopta con responsabilidad
Desde Royal Canin, los especialistas llaman a reflexionar antes de adoptar.
"Una adopción responsable no solo mejora la vida del animal, sino también la de la familia que lo recibe", concluyó Lable.
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