Steven Spielberg, uno de los cineastas más influyentes de la historia, reveló recientemente que durante la producción de "Jaws", filmada en 1974 cuando él tenía apenas 26 años, sintió que su carrera estaba al borde del colapso. Fue durante un evento de preestreno para la exposición "Jaws: The Exhibition" en el Academy Museum of Motion Pictures, el 10 de septiembre de 2025, donde el director hizo estas confesiones.
Según Spielberg, la película atravesó múltiples dificultades: el mal clima, la impredecible ruta marítima, los problemas técnicos con el tiburón mecánico, apodado “Bruce”, y constantes retrasos que hicieron que el rodaje se prolongara mucho más de lo previsto. Todo eso generó críticas dentro de la industria. Muchos aseguraban que la obra estaba sobrepasando el presupuesto, que no cumpliría con el cronograma, y que el joven director “era un verdadero riesgo para contratar”.
“Pensé que mi carrera estaba prácticamente terminada a mitad de la producción de "Jaws" porque todos decían: ‘Nunca te volverán a contratar’… Así que realmente pensé que debía darlo todo, porque después de que vieran esta película, no volvería a trabajar en la industria”. Spielberg relató este pensamiento con honestidad.
Se convirtió en un clásico del cine
Pese a los pesares, "Jaws" terminó siendo un éxito monumental. Estrenada en 1975, recaudó cerca de 500 millones de dólares a nivel mundial. Se convirtió en un clásico cinematográfico, y marcó el comienzo de la era del “blockbuster de verano”. Sin embargo, Ironía: Spielberg no fue nominado al Oscar como Mejor Director por esta película, aunque el filme ganó otros tres premios de la Academia.
El director admitió que no estaba preparado para “soportar la cantidad de obstáculos” que el mar, la naturaleza y los artefactos mecánicos impusieron. Confesó que nunca antes había sido puesto en una situación tan impredecible. Filmar a 12 millas mar adentro, depender de un tiburón mecánico y lidiar con condiciones que escapaban al control humano.
Pero más allá de los retos técnicos, lo que salvó el proyecto, según Spielberg, fue el espíritu colectivo del equipo. La camaradería, el sentido de supervivencia artística. Fue ese empuje interno lo que permitió que la película se terminara, aunque él mismo no supiera cuándo se cerraría la etapa final del rodaje, según consignó People.
Este testimonio no solo aporta una mirada íntima del proceso creativo detrás de "Jaws", sino que también ilustra cómo incluso los más grandes directores enfrentan dudas profundas. En el caso de Spielberg, la cinta que casi acaba con su carrera se convirtió, paradójicamente, en su mayor trampolín.
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