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Morgan Freeman y el desafío de Hoke Colburn: El papel de "Driving Miss Daisy" del que no podía salir

La próxima vez que un actor se queje de lo agotador de su último papel, imagine a Morgan Freeman suspirando con los ojos en blanco.

Driving Miss Daisy

Morgan Freeman es reconocido por su vasta carrera cinematográfica y su capacidad para interpretar una amplia variedad de personajes. Sin embargo, a lo largo de su trayectoria, ha mantenido una postura firme respecto a la separación entre su vida personal y sus roles en pantalla.

Según declaraciones recientes, Freeman afirmó que solo una vez permitió que un personaje trascendiera los límites del set. Hoke Colburn, el chofer de "Driving Miss Daisy" (1989). Este papel, que le otorgó fama en la madurez, fue el único que "llevó a casa". Aunque reconoció que fue un error que no volvió a repetir.

Morgan Freeman y su pensamiento respecto a la separación del cine y la cotidianidad

A diferencia de otros actores que se sumergen profundamente en sus personajes, Freeman es un firme defensor de la separación entre la ficción y la realidad. En una entrevista con el Dallas Observer en 2000, expresó: "Nunca puedes convertirte en el personaje. Pero en mi mente, me convierto en el personaje". Esta filosofía le permitió mantener su estabilidad emocional y profesional a lo largo de los años.

El personaje de Hoke Colburn, un hombre afroamericano que trabaja como chofer para una mujer blanca en el sur de Estados Unidos, fue objeto de controversia. Críticos señalaron la representación de relaciones raciales en la película, acusándola de promover el estereotipo del "salvador blanco". Freeman, consciente de estas críticas, mencionó que la experiencia le enseñó la importancia de mantener una distancia emocional con los personajes que interpreta.

A lo largo de su carrera, Freeman ha interpretado roles complejos y desafiantes, como el detective Somerset en "Seven" (1995). A pesar de la naturaleza sombría de este personaje, Freeman ha mantenido su enfoque profesional, asegurando que, al finalizar el rodaje, deja atrás las emociones del personaje. Esta capacidad para desconectar le ha permitido construir una carrera longeva y respetada en la industria cinematográfica, según consignó Far Out.


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