En el año 2000, Keanu Reeves protagonizó "The Watcher", un thriller psicológico dirigido por Joe Charbanic. A pesar de contar con un elenco que incluía a James Spader y Marisa Tomei, la película fue un fracaso tanto en taquilla como en crítica. Sin embargo, lo que realmente marcó a Reeves fue el proceso que lo llevó a participar en este proyecto.
La verdad tras la molestia de Reeves
Según informes, Reeves fue persuadido por Charbanic, quien había trabajado con él en videos musicales de su banda Dogstar, para interpretar al villano de la película. Aunque inicialmente reticente, Reeves aceptó debido a su amistad con el director.
Sin embargo, más tarde descubrió que su firma había sido falsificada en el contrato. Lo que provocó el fin de su relación profesional y personal con Charbanic. Ante esta situación, Reeves decidió participar en el filme para evitar posibles litigios, pero aceptó un salario significativamente menor al de sus compañeros de reparto.
Al momento del estreno de "The Watcher", Reeves ya había llegado a un acuerdo con Universal Pictures para minimizar su participación en la promoción del filme. Esto incluía la reducción de su presencia en entrevistas y eventos. Así como la restricción de la divulgación de los problemas legales relacionados con su firma durante al menos 12 meses, según consignó Far Out.
Esta estrategia permitió a Reeves distanciarse de una película que, además de ser un fracaso comercial, le valió un premio Razzie como "Peor Actor Secundario".
A pesar de este tropiezo en su carrera, Reeves logró recuperarse con el tiempo. Su participación en "The Matrix" en 1999 y el éxito posterior de la saga "John Wick" lo consolidaron nuevamente como una de las figuras más queridas y respetadas de Hollywood. Hoy en día, "The Watcher" se recuerda como una anécdota en la carrera de Reeves. Un recordatorio de cómo incluso las estrellas más brillantes pueden atravesar momentos oscuros.
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