El 3 de septiembre de 1983, Annie Lennox y Dave Stewart entraban a las listas de singles del Reino Unido con Sweet Dreams (Are Made of This), un tema que se convirtió en el primer gran éxito internacional de Eurythmics.
La canción, lanzada como cuarto single de su segundo álbum, llegó al número dos en Reino Unido en marzo de ese mismo año y alcanzó el número uno del Billboard Hot 100 en Estados Unidos pocos meses después.
Con un sonido basado en sintetizadores y una producción innovadora para la época, el sencillo marcó un antes y un después en la carrera del dúo británico y se consolidó como un emblema del synth-pop de los 80.
La creación de un himno del synth-pop
La historia de Sweet Dreams es tan singular como su sonido. El tema fue grabado en un estudio improvisado en el ático de un viejo almacén de Londres donde vivían Lennox y Stewart. Pese a las limitaciones técnicas, lograron dar forma a una canción única que conectó de inmediato con el público.
"Estaba en un estado de ánimo maníaco, mientras que Annie estaba deprimida", recordó Stewart sobre el proceso creativo. Esa mezcla de emociones contrastantes resultó en un tema que transmitía fuerza y ambigüedad a la vez, logrando resonar con millones de oyentes alrededor del mundo.
Un video que desafió estereotipos
El éxito de Sweet Dreams no se limitó a lo musical. Su video, impulsado por la rotación constante en MTV, fue clave para consolidar la imagen de Annie Lennox como un ícono visual de la década. Con su cabello corto teñido de naranja y un traje masculino, Lennox rompió esquemas y se alejó del modelo tradicional de estrella pop femenina.
La BBC describió el clip como "una declaración visual poderosa que rompió el molde para las estrellas pop femeninas". Esa estética andrógina y provocadora se convirtió en una de las más recordadas de los años 80.
Reconocimientos y legado
Cuarenta años después, Sweet Dreams (Are Made of This) sigue siendo un referente cultural y musical.
En 2003, Rolling Stone la incluyó en su lista de Las 500 mejores canciones de todos los tiempos. En 2020, ingresó al Salón de la Fama de los Grammy y, en 2023, fue seleccionada por la Biblioteca del Congreso de Estados Unidos para su preservación en el Registro Nacional de Grabaciones.
Eurythmics no solo encontró con esta canción su gran salto internacional, sino que también dejó un tema que aún define la identidad del synth-pop ochentero.
