Hoy resulta cotidiano ver a la inteligencia artificial transformar imágenes, sonidos y textos en cuestión de segundos. Pero en 1961, la tecnología estaba lejos de alcanzar esa velocidad. Ese año, ingenieros pioneros consiguieron que un ordenador emitiera su primera melodía.
El clásico "Daisy Bell" del siglo XIX la interpretó el IBM 7094, dando voz a la máquina por primera vez. Este histórico momento incluso inspiró a Stanley Kubrick, que lo incorporó en una de las escenas más recordadas de "2001: Odisea del espacio".
Cuando un ordenador cantó por primera vez: la historia de "Daisy Bell"
En la década de 1960, montar la infraestructura para un IBM 7094 requería una inversión cercana a los 3 millones de dólares. Este gigante de la informática se ubicó en Murray Hill, Nueva Jersey, donde un equipo de tres pioneros sentó las bases de un hito tecnológico que marcaría la historia de la computación.
Los ingenieros John L. Kelly Jr. y Carol Lockbaum, miembros del legendario equipo de Bell Labs, lideraron un experimento pionero para mostrar las capacidades de los ordenadores. Eligieron la canción "Daisy Bell", compuesta en 1892 por Harry Dacre, porque su simplicidad facilitaba la programación en la máquina y, además, estaba libre de derechos, lo que la convertía en la opción perfecta para esta demostración histórica, según consignó AS.
La canción se convirtió en datos gracias a un programa de síntesis basado en MUSIC, la innovadora herramienta de generación de sonido desarrollada en 1957 por Max Matthews. El propio Matthews aportó su talento interpretando las notas con violín, las cuales fueron captadas por el IBM 7094, permitiendo al equipo iniciar la edición y reproducción de la primera melodía por ordenador.
La reproducción completa de la canción apenas superó los 1 minuto y 50 segundos. Mientras que la sección cantada se limitó a unos 30 segundos, tiempo suficiente para cubrir la esencia de la letra. El resultado combina un efecto fascinante y ligeramente inquietante, convirtiéndose en un hito histórico de la tecnología que sigue siendo poco conocido por muchos.
