El virtuosismo de Keith Richards no es solo innato. Tocar la guitarra requiere destreza, y la destreza se forja con práctica constante. Sus décadas de giras demuestran la maestría que solo años de experiencia pueden otorgar.
Desde su juventud, Keith Richards perfeccionó su guitarra constantemente, ya sea ante multitudes o en estudios de grabación de primer nivel. Incluso durante su distanciamiento con Mick Jagger en los años 80, su carrera en solitario lo mantuvo activo.
La vez que Richards se agotó de la guitarra
Lo impresionante de Keith Richards es su constancia. Nunca tuvo un paréntesis real que frenara su impulso. Sin embargo, en 1967 sintió el cansancio. Tras un 1966 agotador de giras, el lanzamiento de "Between The Buttons" en enero lo llevó a una intensa serie de 27 conciertos por Europa, enfrentando un periodo complicado para la banda.
El frenesí no tardó en alcanzar a los Rolling Stones. La prensa los acosaba por su consumo de drogas, convirtiéndolos en el blanco de una ofensiva contra las estrellas del rock. Entre investigaciones encubiertas, filtraciones constantes y, finalmente, el registro de la propiedad de Keith Richards en Redlands en febrero, tres miembros de la banda terminaron enfrentando acusaciones legales por drogas.
Además, durante esos años, Richards descubrió el maltrato de Brian Jones hacia su pareja, Anita Pallenberg. Al finalizar unas vacaciones grupales en Marruecos, Richards terminó llevándose a Pallenberg, lo que intensificó aún más los conflictos dentro de la banda.
Para diciembre, al abordar la creación de "Their Satanic Majesties Request", los Rolling Stones se encontraron prácticamente en pausa. No fue una decisión consciente ni un descanso buscado, sino el resultado de demasiados conflictos y distracciones que impedían concentrarse en la música.
El caos también dejó huella en "Their Satanic Majesties Request". Entre juicios, disputas internas y compromisos por separado, los miembros de los Rolling Stones apenas pudieron trabajar juntos. Para Keith Richards, la experiencia resultó totalmente frustrante. El disco terminó siendo un fracaso y él se sintió más desmotivado que nunca, según consignó Far Out.
"Durante ese prolongado paréntesis tras 'Between the Buttons', me sentí bastante aburrido tocando la guitarra, tal vez porque no estábamos trabajando, y parte de la frustración venía de parar tras tantos años y de repente no tener nada que hacer. En cierto sentido, dejé de tocar, y conmigo se detuvo parte de mi impulso", recordó Richards sobre esa etapa.
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