Noticias

Descubre la frase secreta de Mel Brooks que se volvió icónica

Evaluar el arte siempre es un desafío, y resulta aún más complicado cuando se trata de tu propia creación artística.

Mel Brooks
Getty Images

Todo creador entiende que es imposible desligar su obra de las emociones y recuerdos que la acompañan. Cada detalle lleva consigo una marca personal, tal como lo ejemplifica Mel Brooks.

Brooks dejó un legado como actor y director. Participó en más de 50 filmes, ha producido más de 20 y dirigido más de diez, consolidándose también en televisión y teatro como una figura de referencia en la industria del entretenimiento.

Eso también implica que su trayectoria está cargada de recuerdos asociados a cada proyecto. Jornadas memorables y complicadas en el set, colaboraciones gratificantes o tensiones que marcaron el proceso. Momentos de estrés, alegría, frustración y euforia, todos vinculados a escenas, personajes o diálogos que capturan esas experiencias.

Por ello, resulta casi imposible que Brooks evalúe objetivamente sus propias películas, ya que cada obra está impregnada de múltiples experiencias y perspectivas personales que nublan cualquier juicio imparcial.

Aun así, Brooks tiene una frase que considera su favorita

“Está al final de 'Sillas de Montar Llameantes'”, explicó, señalando un momento destacado de su película. “Gene Wilder, interpretando al Niño de Waco, le pregunta a Bart adónde se dirige, y Cleavon Little, como Bart, responde: ‘A ningún lugar especial’. Entonces Gene replica: ‘A ningún lugar especial… siempre quise ir allí’”.

Aunque se desconozca que Brooks fue el autor de la escena, el diálogo brilla por sí mismo: tierno, emotivo y capaz de funcionar como un cierre memorable en una película del oeste, incluso dentro de su tono satírico.

“Esa es mi frase favorita”, confesó, en parte por la ironía que encierra. “Así que cabalgan hacia el horizonte, y cuando aparece ‘El Fin’ en la pantalla, se bajan de sus caballos y suben a una enorme limusina de estudio que los lleva hacia el atardecer”, añadió, todavía divertido con su propio gag meta que satiriza todo un género. Más que un simple chiste final, Brooks parece apreciarla porque captura a la perfección el tipo de diálogo característico de sus películas y refleja su talento único.

O tal vez la frase esté ligada a un recuerdo personal. Un día memorable en la sala de guionistas o un momento especial en el set cuando Wilder la dijo. Sea cual sea la razón, Brooks la conserva con un afecto duradero. Sobresaliendo entre la innumerable cantidad de líneas de su prolífica carrera, según consignó Far Out.


Contenido patrocinado

Compartir