Bob Dylan volvió a demostrar que no está dispuesto a convivir con la marea de teléfonos en sus conciertos. Aunque nunca ha impuesto una prohibición absoluta, el músico ha insistido en pedir a su público que no grabe sus shows.
Esta vez, sin embargo, llevó esa postura a un extremo inesperado. En esta nota, te contamos todos los detalles al respecto sobre este tema.
La nueva postura de Bob Dylan contra los celulares en conciertos
Durante su participación en el Festival de Música Outlaw de Willie Nelson, en Bangor, Maine, el músico decidió prácticamente desaparecer a los ojos del público. Se sentó detrás de un piano de cola, levantó el atril y se rodeó de potentes luces que encandilaban hacia afuera. Para completar el efecto, usó un polerón con capucha bien ajustada, al punto de que incluso quienes estaban en primera fila apenas podían distinguir la parte superior de su cabeza.
Según consigna Rock & Pop, la estrategia desconcertó a muchos. “En mis 20 años asistiendo a conciertos de Dylan, nunca había visto algo parecido”, escribió el reconocido fan Ray Padgett en su blog Flagging Down the Double E’s, donde relató el ambiente de frustración que se generó entre el público.
Wrote about seeing—or, rather, not seeing—Bob Dylan last nighthttps://t.co/WYJorVphXd
— Ray Padgett (@rayfp) September 7, 2025
Algunos espectadores se quejaron a gritos, otros se marcharon en medio del concierto y no faltó quien se preguntara si el hombre tras el piano era realmente Dylan o un doble. La tensión fue tal que, según Padgett, “creó la energía de público más desoladora que he experimentado en un Outlaw”.
Aunque no existe una explicación oficial, medios como Rolling Stone y seguidores cercanos al artista coinciden en que esta extraña puesta en escena responde a la creciente invasión de celulares y cámaras en los conciertos.
