Alyssa Milano, conocida por su papel de Phoebe Halliwell en Charmed y por ser una de las impulsoras del movimiento #MeToo, compartió en Instagram que se sometió a una operación para quitarse los implantes mamarios.
La actriz explicó que esta decisión es parte de un proceso personal de sanación y liberación de su pasado.
"Hoy voy a liberarme de esas narrativas falsas, de aquellas partes de mí que nunca fueron realmente partes de mí. Estoy dejando atrás el cuerpo que fue sexualizado, que fue abusado, que creía que era necesario para ser atractiva, para ser amada, para tener éxito, para ser feliz. Al hacerlo, espero liberar a mi hija de sentir alguna vez esas mismas exigencias poco saludables", escribió Milano en la publicación, que incluye una foto suya en bata de hospital antes de la cirugía.
Una decisión personal que busca inspirar
La actriz aclaró que su elección no pretende invalidar las decisiones de otras mujeres.
"Muchas mujeres encontrarán libertad y belleza al elegir sus implantes. Lo que para mí es una narrativa falsa, puede ser exactamente lo adecuado para ellas. Me alegra mucho que todas podamos encontrar nuestra feminidad y nuestra paz según nuestros propios términos", agregó en la publicación.
Milano también agradeció a la presentadora Michelle Visage, quien ha hablado públicamente de su experiencia al quitarse los implantes y fue una inspiración para su proceso. "Ha hablado abiertamente y en público sobre su relación con sus implantes mamarios. Esto nos ha facilitado a mí y a otras muchas encontrar nuestro propio camino", reconoció la actriz.
Tras la operación, Milano compartió que se encuentra en recuperación: "Estoy cómoda en mi cama, comiendo la comida que me preparó mi mamá. Gracias por todas las palabras amables. Aprecio mucho el apoyo”.
Activismo y regreso a Broadway
Más allá de esta decisión personal, Milano continúa activa en su carrera y en el activismo. En 2024 debutó en Broadway como Roxie Hart en el musical Chicago. Además de su trabajo actoral, sigue colaborando con Unicef y promoviendo causas sociales y de salud mental, manteniendo un contacto cercano con sus 3,8 millones de seguidores.
Con esta cirugía, Milano dice cerrar un capítulo importante en su vida: “Soy querida, soy femenina, soy atractiva y tengo éxito. Nada de eso se debe a mis implantes. Seguiré siendo todas esas cosas cuando me despierte y ya no estén”.
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