El regreso de Oasis no solo ha movilizado a miles de fanáticos en todo el mundo, sino que ha dejado cifras insólitas fuera del escenario. Durante los conciertos de reunión realizados en el estadio de Wembley, en Londres, los asistentes establecieron un nuevo récord: 250 mil pintas de cerveza consumidas por noche.
La información fue publicada por el medio especializado The Caterer, a partir de datos entregados por la empresa de catering Delaware North, encargada del abastecimiento en el recinto. La cifra duplica el promedio registrado por Coldplay en sus presentaciones de 2024 (120 mil pintas por noche) y multiplica por más de seis lo alcanzado por Taylor Swift (40 mil).
Una operación logística sin precedentes
Para enfrentar esta demanda, Delaware North movilizó más de 4.500 barriles de cerveza por fecha, utilizando incluso zonas poco habituales del estadio, como espacios bajo escaleras y lockers, como bodegas refrigeradas improvisadas. La empresa describió el proceso como una "guerra territorial" para poder asegurar el stock y el servicio en tiempo real.
Aunque el récord se impuso en Londres, la fiebre por Oasis se ha extendido a otras ciudades. En junio, los conciertos en Heaton Park, Mánchester, generaron tal impacto que las autoridades locales decidieron crear un fondo de 250 mil libras esterlinas para apoyar a salas de música independientes.
Medidas, pintas y lo que viene para Oasis
Para dimensionar la magnitud del consumo, es útil conocer a qué equivale una pinta. En Reino Unido, donde está estandarizada legalmente desde 1698, una pinta imperial corresponde a 568 mililitros. Por tanto, las 250 mil pintas por noche implican más de 142 mil litros de cerveza.
El tour de reunión de Oasis continuará ahora por Edimburgo, Dublín, Norteamérica, Asia y Australia, y culminará en Sudamérica. El 19 de noviembre se presentará en el Estadio Nacional de Santiago, en un concierto que ya tiene todas sus entradas agotadas.
Más allá de los números, los fans celebran el retorno de los hermanos Gallagher a los escenarios, luego de años de especulación. Y mientras algunos corean clásicos como Don't Look Back in Anger o Wonderwall, otros también celebran con una pinta en la mano. O varias.
