¡Mitad de semana, pero no por eso detendremos la Kyliemanía! Estamos más cerca de la llegada de Kylie Minogue a nuestro país, por lo que nos toca repasar otro de sus discos.
Tras el fenómeno global de “Fever” (2001), Kylie Minogue decidió no repetir la fórmula. En cambio, con “Body Language” (2003), se atrevió a cambiar radicalmente de dirección. Apostando por un sonido más sensual, sofisticado y experimental que dividió al público, pero confirmó su estatus como una artista pop en constante evolución. En esta nota, te contamos todos los detalles.
Una Kylie más oscura y estilizada
Inspirada en el electro-pop europeo, el hip hop suave y el funk retro, “Body Language” presentó una Kylie más madura, elegante y audaz. El álbum toma influencias de Prince, Scritti Politti y del synth-pop ochentero, y su estética visual fue profundamente influenciada por Brigitte Bardot y el cine francés de los 60, algo evidente en el icónico videoclip de “Slow”, dirigido por Baillie Walsh y filmado en una piscina de Barcelona.
Canciones destacadas
- “Slow”: El primer sencillo del álbum y uno de los más minimalistas de su carrera. Compuesto junto a Emilíana Torrini, logró llegar al #1 en el Reino Unido. Su letra sugerente y su ritmo pausado marcaron un contraste con la energía de “Can’t Get You Out of My Head”.
- “Red Blooded Woman”: Una incursión en el R&B contemporáneo, influenciada por el sonido de artistas como Timbaland. Fue bien recibida en Europa y se convirtió en otro éxito para Kylie.
- “Chocolate”: Uno de los temas más suaves y sensuales del disco. Su producción sedosa y tono introspectivo muestran el lado más vulnerable de la cantante.
- Otras canciones como “Still Standing”, “Secret (Take You Home)” o “Obsession” refuerzan la vibra experimental del álbum, con bases electrónicas, susurros y juegos vocales poco convencionales para el pop mainstream de la época.
A pesar de debutar en el Top 10 de varios países, “Body Language” no repitió el éxito comercial de “Fever”, lo que llevó a muchos a considerarlo un “paso en falso”. Sin embargo, con el paso del tiempo, ha ganado reconocimiento como un trabajo arriesgado y visionario. Es también el álbum que consolidó la libertad creativa de Kylie y su capacidad de reinventarse sin perder identidad.
Anécdotas y curiosidades
- Kylie Minogue estrenó el disco con un show exclusivo en Londres llamado “Money Can’t Buy”, realizado en el Hammersmith Apollo. El evento fue para invitados VIP y transmitido por televisión, y hoy es considerado una de sus presentaciones más estilizadas.
- El álbum no fue editado físicamente en Estados Unidos en su lanzamiento inicial, lo que limitó su impacto allí. Aun así, Kylie logró mantener su base de fans gracias a las plataformas digitales y la circulación internacional.
- En retrospectiva, muchos críticos han comparado “Body Language” con trabajos de artistas como Janet Jackson o Madonna por su intención de explorar el erotismo desde un lugar elegante y autorreflexivo.
Importancia en su carrera
“Body Language” representa el momento en que Kylie dejó de perseguir éxitos seguros para adentrarse en terrenos más artísticos. Aunque no fue su disco más vendido, es fundamental para entender su evolución como figura del pop: una que no teme correr riesgos ni redefinirse constantemente.
Hoy, dos décadas después, “Body Language” se considera un álbum de culto dentro de su discografía y un ejemplo de cómo Kylie ha sabido mantenerse relevante, elegante y siempre un paso adelante en el mundo del pop
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