El periodista José Antonio Neme no ocultó su molestia ante la polémica liberación de Osmar Alexander Ferrer Ramírez. Ciudadano venezolano acusado de asesinar al comerciante José Felipe Reyes Ossa, conocido como el “Rey de Meiggs”, crimen ocurrido el pasado 19 de junio en Ñuñoa.
El hombre, presuntamente vinculado a una red criminal con lazos con el Tren de Aragua, quedó en libertad luego de que Gendarmería recibiera una orden para revocar su prisión preventiva. Sin embargo, el documento que permitió su excarcelación estaría falsificado, lo que ya está siendo investigado por el Ministerio Público. Que no descarta delitos como la falsificación de instrumento público o manipulación de sistemas informáticos. Gendarmería, por su parte, negó que haya habido un hackeo. En esta nota, te contamos todos los detalles.
Los comentarios de José Antonio Neme
Durante la emisión del matinal Mucho Gusto, Neme abordó el tema con evidente indignación. Cuestionando duramente el proceso judicial y las inconsistencias en la información: “¿Cómo es posible que el fiscal del caso se entere cuatro días después de que se dejó en libertad a un imputado por homicidio? Si a ti te dictan prisión preventiva, te meten preso de inmediato. ¿Cómo puede liberarse a alguien y que la fiscalía se entere casi una semana después?”, planteó con incredulidad.
A pesar de mostrarse cauto al principio, Neme no tardó en compartir una teoría que encendió el debate: “Yo no creo que ese documento sea falso. No me cabe en la cabeza que una orden así pase desapercibida durante tantos días sin que nadie lo note. Para mí, aquí hay algo más grave. Para mí, esto es corrupción. Alguien pagó para que esto sucediera”, sostuvo.
El periodista fue enfático al exigir responsabilidades: “Le preguntaría directamente al ministro si puede asegurar que aquí no hubo un soborno o un funcionario comprado que activó este proceso”.
Visiblemente molesto, Neme cerró con una dura crítica a las instituciones: “Nos están viendo la cara de imbéciles. Y yo idiota soy solo hasta mediodía. Pago impuestos como todos, y al menos exijo que se me trate con respeto. ¿Cómo no van a verificar si una orden de liberación es auténtica? ¿Cómo pasan cuatro días sin que nadie se dé cuenta?”, concluyó.
