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¿Es cierto que comer queso antes de dormir provoca pesadillas? La ciencia finalmente lo explica

Un estudio revela la conexión entre comer queso antes de dormir y tener pesadillas, pero la causa no es la que crees.

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Comer queso por la noche podría no ser tan inofensivo como parece.

Así lo sugiere un nuevo estudio realizado por neurocientíficos de la Universidad de Montreal, que analizó cómo ciertos alimentos, en especial los lácteos, afectan el descanso nocturno.

La investigación, publicada recientemente, encuestó a 1.082 estudiantes de psicología sobre sus hábitos alimenticios, calidad del sueño y experiencias oníricas. Una de las conclusiones más llamativas fue la relación entre el consumo de queso antes de dormir y la aparición de pesadillas.

Lácteos, intolerancia y sueños alterados

El estudio identificó que las personas con intolerancia a la lactosa eran más propensas a reportar síntomas gastrointestinales, mala calidad del sueño y pesadillas intensas. "Las pesadillas son peores para las personas con intolerancia a la lactosa que sufren síntomas gastrointestinales graves y cuyo sueño se ve interrumpido", explicó el neurocientífico del sueño Tore Nielsen, autor principal de la investigación.

Los especialistas plantean que el malestar digestivo nocturno podría afectar directamente los patrones de sueño, lo que daría origen a sueños angustiantes o interrumpidos. Desde The Conversation explican que el cuerpo humano está diseñado para estar activo durante el día y descansar por la noche, por lo que comer alimentos pesados como el queso en la noche obliga al sistema digestivo a trabajar en un momento de reposo.

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Nuevo estudio vincula el consumo de queso con pesadillas y mala calidad del sueño | Getty Images

Grasas, proteínas y digestión lenta

El queso contiene altos niveles de grasa y proteína, dos componentes que ralentizan la digestión. Esto puede generar incomodidad al dormir y afectar la profundidad y continuidad del descanso.

El mismo estudio también halló que las personas con una alimentación más saludable tendían a recordar mejor sus sueños y a tener sueños más positivos. En cambio, quienes comían de forma más desordenada reportaron sueños con contenido más negativo o pesadillas frecuentes.

A pesar de estos hallazgos, los investigadores advierten que se trata de un estudio basado en autoinformes y que aún no se ha demostrado un vínculo causal directo. Aun así, Nielsen sugiere que "cambiar los hábitos alimenticios en personas con ciertas sensibilidades alimentarias podría aliviar las pesadillas".

Así, aunque no se trata de una advertencia definitiva, si sufres de malos sueños frecuentes, podría valer la pena revisar lo que cenas… especialmente si el queso está entre tus alimentos favoritos.


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